Preocupación por el impacto en el empleo y el respaldo del Partido Conservador.
El presidente de la República, Gustavo Petro, convocó a una importante cumbre en la Casa de Nariño con las directivas de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, Acopi. El objetivo del encuentro fue abordar las preocupaciones surgidas tras el informe del Banco de la República que alertaba sobre la posible destrucción de más de 450.000 empleos debido a la Reforma Laboral propuesta.
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La reunión se llevó a cabo en medio de la decisión del Partido Conservador de no apoyar el articulado de la reforma, argumentando que no solo no promueve el empleo, sino que lo destruye. Este contexto genera incertidumbre y pone en la mesa la importancia de buscar soluciones que no perjudiquen a las empresas ni a los trabajadores.
Durante el encuentro, se discutió sobre la protección del empleo y se analizaron algunos puntos clave de la ponencia de la Reforma Laboral que actualmente está siendo debatida en el Congreso de la República. La ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, enfatizó en la importancia de mantener políticas para la generación de empleo, las cuales están contempladas en el Plan Nacional de Desarrollo sancionado recientemente.
Rosmery Quintero, presidenta de Acopi, manifestó su optimismo al mantener un diálogo abierto con el Gobierno Nacional y resaltó la necesidad de buscar instrumentos que optimicen la estructura empresarial. Quintero hizo hincapié en la importancia de ver la reforma laboral como parte integral de una normatividad más amplia y en continuar avanzando en la generación de propuestas y soluciones conjuntas.
Sin embargo, el informe presentado por el Banco de la República plantea preocupaciones sobre el impacto negativo de la Reforma Laboral. Se proyecta una disminución en la tasa de formalidad y un aumento en el costo laboral para las empresas, especialmente para las micro y pequeñas empresas, quienes soportarían un mayor peso en su masa salarial.
Las cifras presentadas por el Banco de la República son contundentes: se estima que la Reforma Laboral podría reducir el empleo formal en aproximadamente 454.000 puestos de trabajo en un lapso de tres a cuatro años.
Ante esta situación, el debate continúa y la necesidad de buscar un equilibrio entre la protección de los trabajadores y el impulso al sector empresarial se convierte en un desafío para las autoridades y los legisladores. El futuro de la Reforma Laboral y su impacto en el empleo sigue siendo motivo de preocupación y análisis detallado por parte de todos los actores involucrados.
