Fiscalía General demuestra participación en estructura paramilitar en crimen de tres indígenas en Valledupar.
El 16 de octubre de 2003, en una zona rural de Valledupar, Cesar, se perpetró un acto atroz contra la comunidad indígena Kankuamo. Elkin José Bermúdez Guerra, conocido como ‘Turbo’, fue identificado como parte de la estructura paramilitar responsable del asesinato de tres miembros de esta etnia.
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Investigación y Evidencia
Una fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos tomó la iniciativa en la investigación. Se reveló que ‘Turbo’, junto con otros exmiembros del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia, ejecutó un plan violento. En un primer predio, sometieron a Ernesto Feliciano Maestre Arias con armas de fuego, lo ataron, lo hirieron con arma blanca y finalmente le dispararon.
La violencia no se detuvo allí. Los agresores se dirigieron a dos predios adicionales donde Pedro Nicanor Arias y Francisco Escobar Montero fueron sus siguientes víctimas. Estos ataques formaron parte de una serie de actos de violencia indiscriminada, característicos del modus operandi paramilitar contra los Kankuamo.
Admisión de Culpa y Sentencia
‘Alias Turbo’ reconoció su participación en estos crímenes y optó por una sentencia anticipada, acogiéndose a la Ley 600 de 2000. Un juez penal de Valledupar dictaminó su condena a 25 años y 8 meses de cárcel por homicidio en persona protegida. Además, se le impuso una multa de 5.500 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Este caso resalta la continua lucha de Colombia contra la impunidad y su esfuerzo por hacer justicia a las víctimas de violaciones a los derechos humanos. La sentencia de ‘Turbo’ envía un mensaje claro de que los crímenes de lesa humanidad no quedarán sin castigo.
