El presidente de EE.UU. admitió que la barrera no es efectiva, pero dijo que debe cumplir con la ley.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sorprendió este jueves al ordenar el refuerzo del muro levantado en la frontera con México. Aunque se mostró contrario a esta medida, alegó que no puede evitarla por razones legales.
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En una reunión con sus asesores de Seguridad Nacional, Biden explicó que el dinero asignado para el muro no puede redirigirse a otras labores, como él había solicitado al Congreso. “Intenté que se reapropiara, que se redireccionara ese dinero. No lo hicieron. No lo harán”, dijo.
El mandatario demócrata aseguró que no cree que el muro sea efectivo para frenar la inmigración irregular, pero afirmó que debe “cumplir con la ley”. El presupuesto para el muro fue aprobado en 2019, cuando gobernaba el republicano Donald Trump (2017-2021), quien impulsó esta obra como una de sus principales promesas electorales.
Según la Administración de Biden, las labores de construcción se realizarán en varias zonas del valle del Río Grande, al sureste de Texas. Esta es la segunda área donde se han registrado más detenciones de migrantes en los últimos meses, según datos oficiales.
Las obras incluirán la edificación de barreras físicas y vías para “prevenir la entrada” irregular de personas a territorio estadounidense. Para ello, se eximirá el cumplimiento de más de 20 leyes federales, relacionadas con protecciones ambientales, de salud pública y de conservación cultural.
El anuncio de la nueva construcción se produce justo cuando el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, ha viajado a México para abordar con las autoridades del país la crisis migratoria y de fentanilo.
