Muchos consideran este mes como un tiempo mágico.
Aprovechando que se llegaron los cuatro meses terminados en el sufijo adjetival “bre”, quiero realizar una breve reflexión en la relación que el ser humano establece con el tiempo y cómo desde su disposición interna puede crear y transformar la realidad que vive. Ejemplo de ello es el acontecimiento cultural en Colombia con las festividades de final de año, en donde un gran colectivo adquiere ciertas acciones en respuesta a las costumbres heredadas y a su actitud interior frente a la vida.
En este contexto recordamos a una emisora popular colombiana que anuncia durante tres meses tan anheladas festividades, “desde septiembre se siente que viene diciembre”. Es que este corto jingle genera en las personas cambios emocionales hacia un estado de ánimo positivo, pues este breve sonido conduce la mente a conectarse con el corazón, estableciendo bellos recuerdos que dan un significado a este tiempo de celebración, ya que el compartir en familia, el brindar detalles, la música alegre, las luces multicolores, el alimento especial, entre otras acciones, evocan al alma la alegría de vivir.
Muchos consideran este mes como un tiempo mágico, pues está asociado a una gran cantidad de emociones positivas generadas por el encuentro y la actitud de apertura de las personas que salen del egoísmo y la soledad, para ir al encuentro de los otros, manifestándose así la esencia del alma del hombre.
¿Y qué nos impide vivir de esta manera en otros tiempos? ¿Por qué hoy no escuchas música alegre? ¿Acaso hay algún impedimento para realizar una comida especial? ¿Por qué no ser creativos en el compartir familiar? ¿Es muy costoso dar un pequeño detalle así no sea material? ¿Es muy difícil sentir que Dios nace diariamente en ti? Quizás esperamos mucho para disfrutar la vida, postergamos la felicidad prefiriendo el egoísmo, la amargura, la ingratitud, el estrés, la desesperanza, generando así la enfermedad de la amnesia o el mal de Alzheimer, aunque como dicen los neuropsicólogos los momentos que son más recordados son los que generan las emociones positivas, estas se graban en el corazón.
Si en la cotidianidad viviéramos en un constante diciembre nunca olvidaríamos que la vida es un carnaval, pues estaríamos dispuestos a crear nuevas realidades que llenan el alma de gozo. En este tiempo de cambio por la pandemia, tenemos la oportunidad de hacer un pare, convencernos que algo bueno está surgiendo, es momento de recordar las palabras de Celia Cruz “todo aquel que piense que la vida siempre es cruel, tiene que saber no es así…Que al mal tiempo, buena cara y todo cambia”. Hoy es el día propicio para celebrar.
En conclusión, hemos recibido una gran riqueza en las creencias y costumbres que nuestros antepasados nos han dejado como herencia. Hoy es el día en el que estamos llamados a prolongar el disfrute de la vida hacia la constitución de una sociedad con una memoria más colectiva, optimista y de bienestar, desde el cambio de actitud personal en la cotidianidad.
Postdata: Formación en inteligencia emocional y espiritual, acompañamiento y asesoría terapéutica para solución de problemas económicos, en relaciones de pareja y familiares, enfermedades psicosomáticas, elaboración de duelos y adicciones.
Cel: 3128789271
Licenciado en Filosofía, Teólogo, Especialista en Intervenciones Psicosociales, Terapeuta en Psicología Sistémica y director del Gimnasio de las Emociones Colombia