El excomandante de las AUC fue deportado desde Estados Unidos y tendrá que responder por sus crímenes.
Salvatore Mancuso, uno de los más temidos jefes paramilitares de Colombia, llegó este martes a su país en calidad de deportado. El exlíder de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) pagó una condena de cerca de 20 años de prisión en Estados Unidos por narcotráfico y estaba en un centro de detención de migrantes en Georgia.
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Colombia fue notificada por las autoridades estadounidenses y activó un protocolo de Migración y la Policía para recibir a Mancuso. El exparamilitar continuará privado de la libertad por otros procesos judiciales que tiene en su contra.
En la noche del lunes se supo que Mancuso estará recluido en la Cárcel La Picota, en Bogotá. Tendrá vigilancia especial y permanecerá solo en una celda por razones de seguridad.
El gestor de paz
Cabe recordar que Mancuso fue designado ‘gestor de paz’ en agosto del 2023 por el Gobierno del presidente Gustavo Petro. Esto significa que seguirá colaborando con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), declarando la verdad y reparando a las víctimas del conflicto armado en Colombia.
Así mismo, Mancuso también tendrá que responder ante el tribunal de Justicia y Paz (creado tras la desmovilización de las AUC en 2005) y ante la justicia ordinaria.
El exjefe paramilitar
Nacido el 17 de agosto de 1964 en Montería, Córdoba, Mancuso fue jefe paramilitar y tuvo mucha injerencia en el Bloque Norte de las AUC, que operaba en la región Caribe colombiana.
Mancuso participó en masacres y otros delitos en todo el territorio nacional, especialmente en departamentos como el Atlántico, Magdalena y Bolívar.
Su desmovilización se dio en el 2005 y fue extraditado dos años después a Estados Unidos, de donde comparecía de manera virtual ante los tribunales de Justicia y Paz, JEP y justicia ordinaria.
Los crímenes
Según el expediente de las autoridades, Mancuso está acusado de cometer al menos 75 mil crímenes en todo el territorio nacional.
Hasta el momento ha reconocido su participación en por lo menos 300 asesinatos y está relacionado con masacres como la de Mapiripán (Meta), donde fueron asesinados 20 campesinos en 1997; la de El Aro, corregimiento de Ituango (Antioquia), donde fueron ultimadas 15 personas en 1997; la de Gabarra, en zona rural de Tibú (Norte de Santander), donde fueron asesinadas alrededor de 40 personas en 1999; y la de El Salado, jurisdicción de El Carmen de Bolívar, en el departamento de Bolívar, donde fueron asesinadas más de 60 personas en 2000.
Mancuso también confesó que los paramilitares usaron hornos crematorios artesanales en Norte de Santander, en frontera con Venezuela, para desaparecer los cuerpos de sus víctimas.
La controversia
Mancuso ha tenido varios ‘encontrones’ con el expresidente Álvaro Uribe Vélez, a quien ha señalado de tener vínculos con los paramilitares. Pero el expresidente ha salido en su defensa y lo ha tratado de “sinvergüenza” y le ha exigido que demuestre sus afirmaciones.
Fuente informativa:- Zona Cero
