Anderson Javier Gil, de 32 años, se quitó la vida con el arma de un compañero en la estación de Puente Aranda, donde estaba detenido por la Sijin.
Un hecho trágico sacudió a la Policía de Bogotá en la madrugada del jueves. Anderson Javier Gil, un patrullero de 32 años adscrito a la estación de Policía de Fontibón, se suicidó con el arma de fuego de un compañero que estaba en la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Puente Aranda por motivos ajenos.
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Gil había sido capturado por la Sijin el miércoles en la noche, por su presunta responsabilidad en el abuso sexual de una menor de 14 años, quien era familiar suya. Según las autoridades, el patrullero aprovechaba los momentos en que se quedaba solo con la niña para someterla a vejámenes.
Al parecer, Gil no soportó la angustia y la vergüenza por su situación y decidió acabar con su vida. En un momento de descuido, logró desarmar a uno de sus compañeros y se disparó en la cabeza. Los demás policías que estaban en la URI intentaron auxiliarlo, pero ya era demasiado tarde.
La Fiscalía y la Policía iniciaron las investigaciones correspondientes para esclarecer los hechos. Hasta el momento, la Policía Nacional no ha emitido ningún comunicado oficial sobre el caso.
Este es el segundo suicidio que se registra en una URI de Bogotá en menos de un mes. El pasado 10 de julio, un hombre que estaba detenido por hurto se ahorcó con una sábana en la URI de Kennedy.
