Elda Neyis Mosquera, alias “Karina”, testificó ante la JEP sobre los crímenes contra el movimiento político Esperanza, Paz y Libertad, EPL, perpetrados por las Farc en los años 90.
En un testimonio reciente ante la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá, Elda Neyis Mosquera, conocida por su alias “Karina”, sacó a la luz nuevos detalles sobre la violencia perpetrada por las Farc en la década de los 90.
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Mosquera, una de las excomandantes más temidas de la extinta guerrilla de las Farc, desentrañó la verdad detrás de los crímenes contra el movimiento político Esperanza, Paz y Libertad, EPL.
El EPL, surgido en 1991 tras la desmovilización del Ejército Popular de Liberación, fue objeto de numerosos actos de violencia, que según informes dejaron un saldo de 461 víctimas directas y otras 1.949 indirectas, especialmente en la región de Urabá.
Contrario a la versión oficial de las Farc, que sostenía que los miembros del EPL “traicionaron la causa”, Karina argumenta que los ataques estaban motivados por intereses políticos.
Reforzando testimonios anteriores de líderes guerrilleros, Karina expuso que el objetivo real del exterminio era favorecer a la Unión Patriótica (UP) en el panorama electoral.
La UP, que también surgió de un proceso de paz en los años 80, sufrió una persecución similar, aunque perpetrada por agentes estatales y paramilitares. Según la excomandante, cuando el EPL comenzó a ganar terreno político, especialmente en la región de Urabá, se convirtió en una amenaza para la UP.
Además, Karina reveló la existencia de un “comando de limpieza” encargado de asesinar selectivamente a líderes del EPL y mencionó acercamientos entre líderes paramilitares y guerrilleros. Sorprendentemente, sugiere que las propias Farc podrían haber estado detrás de algunos asesinatos de miembros de la UP.
Durante su testimonio, Karina también habló sobre su vida personal, mencionando su temprano involucramiento con la Juventud Comunista Colombiana antes de unirse a las Farc en 1984. Rememorando los inicios de su carrera guerrillera, describió cómo trabajaban en favor de la UP.
Aunque hubo un breve cese al fuego entre las Farc, EPL y otros grupos rebeldes a finales de los 80, este terminó con la desmovilización del EPL. Desde ese momento, la persecución del EPL se intensificó.
