Gobierno y guerrilla acuerdan acabar con la violencia.
El Frente de Guerra de Occidente Omar Gómez del Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunció el levantamiento del paro armado que mantenía en la región del Chocó desde el 7 de julio de 2023. La decisión se da luego de que el Gobierno nacional, a través de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz (OACP), exigió al grupo insurgente poner fin a la violencia.
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El paro armado había provocado un desplazamiento y confinamiento generalizado en la región, afectando a más de 9.000 personas, en su mayoría comunidades negras e indígenas. La decisión del ELN de levantar el paro es un paso positivo hacia la paz en el Chocó, pero es importante asegurar que no se reanude la violencia.
El gobierno ha expresado su compromiso de atender las denuncias de omisión, tolerancia o complicidad de sectores militares con grupos armados ilegales. También se ha comprometido a atender las amenazas y presiones que enfrentan tanto la población civil como los candidatos políticos en el Chocó. Estas denuncias están siendo tramitadas por la OACP, con el fin de garantizar la justicia y la protección de los derechos humanos en la región.
El levantamiento del paro armado es un avance positivo, pero es solo el primer paso hacia la paz en el Chocó. El gobierno y el ELN deben continuar trabajando juntos para abordar las causas profundas del conflicto, como la pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades. Solo así el pueblo chocoano podrá esperar vivir en paz.
El levantamiento del paro armado es un logro significativo para el pueblo chocoano, que ha sufrido mucho por la violencia. Sin embargo, es importante recordar que el conflicto no ha terminado. El gobierno y el ELN deben continuar trabajando juntos para abordar las causas profundas del conflicto, para que la gente del Chocó pueda finalmente vivir en paz.
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