Falleció el pasado martes, tras perder la batalla contra el cáncer. Así la despidió la comunidad vallenata.
Ludys Ovalle Jácome
Especial para El Tiempo
Valledupar
La comunidad vallenata despidió de la Josefina Castro Daza, ex señorita Cesar 1973.
A sus 69 años perdió la batalla contra el cáncer, una enfermedad que venía padeciendo desde hace dos años. ( Además: Deuda externa de Colombia: un aumento constante )
“Fue una enfermedad muy fuerte. Hace diez días me comentó que sentía cansada, que ya se acercaba la hora de su partida. A pesar de su lucha para combatir el cáncer, su muerte es un alivio para ella. Nos duele mucho su partida, pero ya terminó su sufrimiento”, comentó entristecido Juan Manuel Castro Daza, uno de sus hermanos.
¿Quién era Josefina Castro Daza?
Josefina nació en Valledupar, en el hogar de Rosalía Daza y José Guillermo ‘Pepe’ Castro, reconocido dirigente político de la región, escritor y ganadero. De él recibió un cariño especial que la marcó profundamente. Sus hermanos, Guillermo, Celso y Juan Manuel, sostienen que ella se destacó por su alegría desbordante y su actitud positiva.
“Como era la única mujer de la casa, recibió un cariño especial por parte de mi padre. La consentía constantemente. Él era una persona muy sociable y cercano a las comunidades, y ella heredó muchas de estas facetas que abrazó con pasión”, recuerda su hermano.
La familia Castro, con profundas raíces en la cultura arhuaca, mantuvo una relación cercana con los pueblos indígenas de esta región. Esa conexión con la cultura, fortaleció su pasión por la diversidad y manifestaciones culturales de esta región.
“La familia Castro en la época de la violencia de los mil días, se arraigaron en la zona de Ariguani, por Sabana Crespo, corregimiento de Valledupar. Allá tenían fincas ganaderas y cafeteras. Cuando pasó la violencia, los arhuacos llegaban a Valledupar y se alojaban en una de las casas de mis tías. Nuestra relación con esta cultura se acrecentó, tanto que el lote donde funciona la Casa Indígena de Valledupar se los regaló mi papá por petición de sus hermanas Rosa y Magdalena Castro”, detalla Castro Daza.
Ella era una apasionante de los temas culturas, por ello, Consuelo Araujo, durante su cargo como Ministra de Cultura, la invitó a formar parte de su equipo en esta entidad
Su carisma la llevó a representar con orgullo al departamento del Cesar en el Reinado Nacional de Belleza en 1973. En ese entonces tenía 18 años de edad, y su padre Pepe Castro, la motivó a representar al departamento. En el reinado no solo se destacó por su belleza, sino también por su alegría desbordante y su espíritu vibrante.
“Mi papá decía que Josefina era la reina de la casa. Como él era muy novelero, la animó para que representara al Cesar en el Reinado Nacional de Belleza. Allá fue elegida Reina de los Fotógrafos. Después del evento, mi papá seguía llamándola reina, yo jocosamente decía: Sí, reina de los fotógrafos. Fina se reía de esas anécdotas”, recalcó su hermano.
Una vida dedicada a la cultura y el medio ambiente
Después de su paso por el reinado, viajó Estados Unidos donde estudió idiomas. Posteriormente, retornó a Colombia, donde desempeñó varios cargos en diferentes entidades del Estado. En el Ministerio de Cultura, contribuyó al Programa Nacional de Estímulos.
“Ella era una apasionante de los temas culturas, por ello, Consuelo Araujo, durante su cargo como Ministra de Cultura, la invitó a formar parte de su equipo en esta entidad”, recalcó Juan Manuel.
La dimensión de su rol cultural, la llevó a ser parte del equipo diplomático del país, como Agregada Cultural de la Embajada de Colombia en Perú, promoviendo la cultura nacional en el extranjero.
“Era una mujer muy culta. Estuve trabajando con ella en Lima (Perú) donde lideró algunos procesos de los empresarios que estaban radicados en Perú. Además, facilitó intercambios culturales, trayendo personas de Perú a Valledupar y llevando a otras personas de la región hacia ese país”, resaltó Álvaro José Soto, amigo de Josefina.
En el ámbito ambientalista, lideró proyectos importantes como la recuperación de la Quebrada La Vieja en Bogotá y fue una defensora incansable del medio ambiente en el Cesar.
“Durante su estancia en Bogotá, siempre mantuvo ese amor por la naturaleza que posteriormente reflejo en muchos de sus proyectos. Cerca donde vivía, estaba la quebrada ‘La Vieja’ que en ese tiempo estaba muy deteriorada. Entonces, ella, comenzó a liderar un proceso de concientización sobre el cuidado de esta quebrada. Eso concluyó en un libro donde se compiló la historia de esta quebrada”, recordó Yarime Lobo Baute, una de sus amigas cercanas.
Como empresaria e impulsora del turismo de la región, fundó Casa Rosalía, Hotel Boutique, ubicado en el corazón de Valledupar. Un espacio rodeado de vegetación, y cómodas áreas comunes. La iniciativa fue concebida como un tributo al amor que sentía por sus padres y hermanos, un lugar que convirtió en santuario de recuerdos, donde podía compartir su pasión por la naturaleza y la cultura con sus huéspedes.
“A pesar, de sus quebrantos de salud, le gustaba atender personalmente a los visitantes. Dejó una huella en todas las personas que visitaron a este lugar, a todos aquellos que la amamos”, destacó su sobrina Rosalía Castro Baute que compartió muchos años con ella en este hotel.
La partida de Josefina Castro Daza deja un vacío en su familia, en su esposo Jaime Palmera, y en todas aquellas personas que tuvieron la fortuna de conocerla. Las exequias se llevaron a cabo en la Catedral Ecce Homo de Valledupar, y sus restos fueron trasladados al Cementerio Central de esta capital.
Directora de Comunicaciones de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva,
Amplia experiencia en diferentes medios: Periodismo, Imagen Corporativa, Comunicación Organizacional, Marketing político, Relaciones Públicas, Protocolo, Proyectos Televisivos a nivel nacional, Asesoría de comunicación, Desarrollo de páginas Web y Mercadeo.
