Sostienen que la mina ‘El Descanso’, de Drummond, pone en riesgo la biodiversidad de esta comunidad.
Ludys Ovalle Jácome
Especial para El Tiempo
Valledupar
Desde el cordón montañoso de la Serranía del Perijá, plena frontera entre Colombia y Venezuela, se asoma la sucesión del relieve espeso que conforman los 425 kilómetros de su extensión (115 kilómetros de La Guajira y 310 de Cesar).
Entre los caminos agrestes que acordonan la parte alta de esta cumbre y el colorido de su vegetación, se encuentran asentados 13.000 yukpas (último censo), uno de los siete pueblos indígenas del Cesar.
Un pueblo integrado por cientos de niños con grandes barrigas, mujeres y hombres de mediana estatura, portadores de una historia hereditaria de su cultura ancestral, que fortalecen su legado a través de sus resguardos: Sokorpa, Menkue, La Laguna, El Rosario, Iroka y Caño Padilla.
Este pueblo indígena no ha sido escuchado
Durante décadas, vivieron de la riqueza natural que ofrecía sus territorios, la pesca, la cacería, la recolección de frutos. Luego, se sintieron atrapados con la siembra de cultivos ilícitos, enfrentamientos de grupos al margen de la ley.
“Como somos poquitos, no nos prestan atención. Anteriormente no pasábamos necesidades porque la tierra nos alimentaba. Hoy los suelos se encuentran destruidos. No encontramos guartinajas, el 70 por ciento de la tierra no produce gran cosa por la tala de los bosques”, relata un vocero de esta comunidad.
Los ranchos de barro forrados con tablas y zinc, reflejan la precariedad que enfrenta esta comunidad.
Explotaciones mineras en aumento
“Uno de los problemas de fondo que más preocupa a la comunidad es la salud. El puesto más cercano está a unas cinco horas a pie por lo que dificulta una atención oportuna. La falta de agua potable y una dieta balanceada desencadenan estados de desnutrición y enfermedades diarreicas e insuficiencia respiratoria”, dijo el vocero.
La mayor preocupación que les asiste en este momento, son las explotaciones mineras, que, según ellos, están instaladas en su territorio ancestral “que actualmente los pone en riesgo de exterminio físico y cultural”.
Una práctica que describen como ‘nociva’, porque les afecta la biodiversidad de sus territorios, especialmente las fuentes hídricas.
Destrucción de la biodiversidad
“Es una zona dispersa donde dependen muchas comunidades, animales y plantas, pero la actividad minera ha ido destruyendo su biodiversidad porque han desviado muchos de sus ríos”, explica Juan Pablo Gutiérrez, delegado Internacional del pueblo indígena Yukpa.
Por ello, esta comunidad, ve como amenaza el impacto generado por la mina a cielo abierto de ‘El Descanso’, del grupo Drummond.
“La mina es una de las más grandes del mundo ya que mide 430 kilómetros cuadrados, es decir cuatro veces el tamaño de Paris (Francia). Produce 60 millones de toneladas de carbón por año”, recalcó el líder internacional.
Añade que de acuerdo al último informe del Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), una mina de esas condiciones: “Es una irresponsabilidad con la vida de los seres humanos del planeta y una aberración a la que tenemos que ponerle fin inmediatamente para Salvaguardar la vida de los Pueblos y Naciones Indígena y la humanidad entera”, sostiene.
Afectaciones a las culturas ancestrales
El yacimiento carbonífero, también afecta a uno de los sitios sagrados del pueblo yukpa, donde sepultaban a sus ancestros.
“Se trata de uno de los cementerios más importantes para ellos. Incluso antiguos operarios de la mina han dicho que en ocasiones encontraron cuerpos que corresponden a esta comunidad porque estaban envueltos con una manta, que según al parecer, fueron sacados del país y que reposan en algunos museos”, subraya el líder.
La mina
La multinacional minera Drummond inició en el 2009 su explotación de carbón en la Mina ‘El Descanso’, ubicada en un área de 31.559 hectáreas que comprende parte de tres municipios del centro del Cesar: Agustín Codazzi, Becerril y La Jagua.
“Es un área designada por el gobierno de posible explotación. Eso no quiere decir, que se esté realizando esta actividad en toda el área, se escoge el sitio de acuerdo a la información geológica que se tenga”, detalla Pablo Urrutia, vicepresidente de asuntos públicos y comunicaciones de Drummond.
“El resguardo Yukpa no está en el área de influencia de ninguna de las concesiones mineras que opera Drummond, como lo ha verificado el Ministerio del Interior en visitas recientes”, subrayó el funcionario.
La empresa informó que la proyección del 2021 de esta mina es de 22.2 millones de toneladas de carbón.
Inversión social en la región
Se han restaurado 1.500 hectáreas en la zona de El Descanso. Adicionalmente, cuentan con proyectos que iniciarán en el 2022, los cuales incrementarán estas áreas en más de 14.000 hectáreas, entre los que se encuentra El Bosque Seco, con una inversión cercana a los 50 millones de dólares.
Históricamente (a septiembre de este año), la compañía ha aportado en regalías y compensaciones a la nación 4,917 millones de dólares, y por impuestos, tasas y contribuciones 3,471 millones de dólares.
En el 2020 Drummond realizó cerca de 67.000 millones de pesos en inversión social.
Inversión de los recursos
El volumen de regalías que recibe el departamento y los municipios por explotación de minerales e hidrocarburos en general, es de 823 mil millones de pesos bianual.
“El 80 por ciento de estos recursos se perciben por explotación del carbón. De esta cifra, Drummond debe estar aportando prácticamente el 90 por ciento. Son invertidos en obras contempladas en Plan de Desarrollo Departamental, acorde a las necesidades que se presentan en la región”, resaltó Alfredo Coronado, asesor de Mina de la Gobernación del Cesar.
Directora de Comunicaciones de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva,
Amplia experiencia en diferentes medios: Periodismo, Imagen Corporativa, Comunicación Organizacional, Marketing político, Relaciones Públicas, Protocolo, Proyectos Televisivos a nivel nacional, Asesoría de comunicación, Desarrollo de páginas Web y Mercadeo.