El PNUMA Revela Impacto Ambiental y Económico del Derroche de Comida.
El año 2022 marcó un hito preocupante para nuestro planeta: el despilfarro de más de mil millones de platos de comida, una crisis que resalta no solo un problema económico sino también dilemas éticos y ambientales profundos.
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El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) publicó un estudio que pone de manifiesto la urgencia de abordar esta situación. El Índice de Derroche Alimentario, creado por PNUMA y WRAP, indica que diariamente se desechó comida suficiente para llenar mil millones de platos.
Una Cifra Alarmante
La cantidad de comida desperdiciada asciende a más de mil millones de toneladas, valoradas en más de un billón de dólares. Este derroche tiene consecuencias que van más allá de lo financiero, siendo un factor crítico en la crisis climática: las emisiones resultantes del desperdicio alimentario quintuplican las del sector aéreo y ocupan el 30% de nuestras tierras agrícolas.
Los hogares contribuyen con el 60% del total del desperdicio, seguidos por restaurantes y hoteles con el 28%, y el comercio minorista con el 12%. Las causas incluyen la compra excesiva, el mal cálculo de las porciones y el desaprovechamiento de alimentos.
Un Problema Sin Fronteras
Contrario a la creencia popular, el desperdicio de alimentos no se limita a las naciones desarrolladas; es un fenómeno global que afecta a países de todos los niveles económicos, especialmente en zonas de clima cálido donde se consume más producto fresco.
El informe también señala la responsabilidad corporativa en este ciclo de desperdicio. La falta de incentivos para reducir los desechos y los bajos costos de deshacerse de alimentos no consumidos contribuyen a perpetuar el problema.
Hacia una Solución Sostenible
Richard Swannell, de WRAP, sugiere que la comida desperdiciada podría satisfacer las necesidades de quienes padecen hambre si se gestionara eficientemente. Este dato subraya la necesidad de una revisión crítica de nuestros hábitos de consumo y producción y llama a la acción colectiva para mitigar este derroche.
La lucha contra el desperdicio alimentario es crucial, con el potencial de aliviar el hambre mundial, combatir el cambio climático y preservar recursos para el futuro.
Fuente informativa:- API