La asignación presupuestaria actual es considerada insuficiente y amenaza la sostenibilidad del sector.
La Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi) ha expresado su preocupación por la situación de financiación actual del sector de la salud en Colombia. El reciente aumento presupuestario aprobado por el Congreso de la República, que asigna $2,02 billones al sector de la salud, ha sido considerado insuficiente por Acemi para cubrir las necesidades del sector.
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Según los cálculos proporcionados por Acemi, se requiere una suma de $10,45 billones para garantizar el funcionamiento óptimo del sector de la salud, lo cual es más de cinco veces el monto asignado por el Congreso. En otras palabras, solo se ha proporcionado menos del 20% de la financiación necesaria, lo que crea un déficit que amenaza la sostenibilidad del sector.
La presidente ejecutiva de Acemi, Paula Acosta, expresó su preocupación por esta falta de financiación en una carta enviada a los ministros de Salud y Hacienda. Acosta señaló que este nivel de desfinanciamiento no es sostenible, especialmente considerando que los recursos asignados en 2022 también fueron insuficientes, lo que ha afectado la capacidad financiera del sector, en particular del sector asegurador.
La situación de desfinanciamiento es tan crítica que las Entidades Promotoras de Salud (EPS) del Régimen Contributivo han tenido que pagar más de lo que reciben. Por cada $100 recibidos, han tenido que pagar $102 en atenciones de salud. Esto, sumado a los costos operativos, ha generado pérdidas acumuladas de $2,3 billones, lo que afecta el patrimonio de las aseguradoras, según datos de la Superintendencia Nacional de Salud.
Si esta situación no se revierte, los recursos para cubrir los presupuestos máximos del sector solo alcanzarán hasta julio, lo que significa que los usuarios y pacientes podrían quedar desatendidos. Si las EPS no pueden cumplir con sus obligaciones financieras, esto podría desencadenar una reacción en cadena en todo el sistema de salud.
El déficit de $10,45 billones se explica por la insuficiencia de la prima para 2023, que asciende a $3,1 billones. Además, se suman los faltantes estimados para este año, las deudas de presupuestos máximos arrastradas desde 2021 y 2022 por parte de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (Adres), y las deudas de recobros, canastas COVID-19, licencias e incapacidades, y procesos de compensación pendientes, que suman $3,9 billones y $3,5 billones, respectivamente.
Estas cifras alarmantes indican la necesidad urgente de una financiación adecuada para garantizar la continuidad y calidad de los servicios de salud en Colombia. Eldéficit actual pone en riesgo la sostenibilidad financiera del sistema de salud y la capacidad de proporcionar servicios de calidad a los colombianos.