Un bus de servicio público fue incendiado por hombres armados en un acto que aumenta la inseguridad y el temor en el área.
En las últimas horas, un nuevo acto de violencia ha sacudido la vía que conecta el departamento de Chocó con el Eje Cafetero, dejando a su paso una estela de miedo y desasosiego. En la zona conocida como Playa de Oro, en jurisdicción del municipio chocoano de Tadó, un bus de servicio público fue interceptado por hombres armados y posteriormente incendiado, sumiendo a conductor y pasajeros en una situación de peligro y pánico sin precedentes.
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Según la información preliminar, los delincuentes detuvieron el vehículo y obligaron a todos los ocupantes a descender, sin mediar palabra alguna. Acto seguido, prendieron fuego al automotor, generando una escena caótica y dejando a la comunidad atónita ante tamaña violencia desatada en pleno corredor vial.
Este lamentable episodio constituye el cuarto incidente de este tipo en lo que va del mes, a lo largo del corredor vial entre Chocó y el Eje Cafetero. Las autoridades sospechan que los responsables de estos ataques son subversivos pertenecientes al ELN, organización que continúa sembrando terror en la región.
No es la primera vez que la violencia golpea esta ruta. El 19 de mayo, dos autobuses sufrieron el mismo destino, mientras que el 7 de mayo otro vehículo fue incinerado. Estos hechos generan un clima de inseguridad constante, poniendo en riesgo la integridad de los ciudadanos y afectando el normal desarrollo de las actividades en la zona.
Mientras Colombia se enfrenta a esta escalada de violencia perpetrada por el ELN, las delegaciones de paz del Gobierno y esta organización criminal han acordado prorrogar el tercer ciclo de diálogos, actualmente en curso en La Habana, Cuba. A pesar de los esfuerzos diplomáticos, es evidente que la violencia en el terreno no cesa, socavando la seguridad de los ciudadanos y amenazando la estabilidad de la región.