Faltan elementos de protección médica y ya hay personal como posibles positivos de Covid- 19.
La sensación de expansión de coronavirus despierta zozobra en el gremio de la salud del Cesar.
“Por ser un experto tendría que atender a pacientes contagiados, sin embargo, no puedo evitar sentir temor a contaminarme durante las maniobras médicas, siendo este el principal canal de contagio por las secreciones que se expulsan”, expresó preocupado, Manuel Del Castillo anestesiólogo, de Valledupar.
Por ello, médicos generales de urgencias, intensivistas, internistas, anestesiólogos, pediatras, intensivistas, ginecólogos, terapistas respiratorios, enfermeras y auxiliares de urgencias, UCI y hospitalización, que hacen parte del personal de primera línea en la atención de pacientes sospechosos de portar el Covid-19 se han visto abocados a la presión, y ponen de manifiesto la escasez de elementos de protección personal que ayudan a reducir la propagación del virus.
“En estos momentos hay carencias de elementos de protección personal (EPP), nos preocupa el mal uso que se le está dando y en forma indiscriminada a los pocos que tenemos. Está claro que los tapabocas N95, no se deben usar sino en pacientes sintomáticos respiratorios con sospechas de Covid-19, no en todo tipo de pacientes. Con esto corremos el riesgo de contaminarnos y también afectar a nuestros familiares” afirmó Del Castillo.
La falta de garantías y condiciones básicas de seguridad para atender estos casos, han generado fricciones entre directivas de algunas clínicas de Valledupar y facultativos.
“Esos elementos de protección los deben llevar son ustedes y son las Administradoras de Riesgo Laboral (ARL), quienes deben suministrárselos, ya que son trabajadores independientes. La clínica, solo se los debe entregar a sus empleados. ¡Dígame si va a seguir trabajando con nosotros, sino para buscar otro!”, fue la respuesta tajante del gerente de una clínica de Valledupar a un médico especialista frente al requerimiento de los kits de bioseguridad para atender a sus pacientes.
“Son los mismos médicos a quienes les deben honorarios desde junio del 2019, sin embargo, siguen trabajando. Nos asiste preocupación porque habría una enfermera del grupo de entre 40 y 50 años que presenta esta enfermedad, y está hospitalizada en esta clínica”, subrayó un funcionario que se abstuvo de dar su nombre por temor a ser despedido.
A este panorama se suman las falencias en las capacitaciones sobre cómo contrarrestar la contaminación, lo que, según este colectivo, el país podría verse abocado a una falta de personal de la salud.
“Antes de que comience la fase tres, que es la más peligrosa, el país podría enfrentar dificultades por la insuficiencia de personal médico para atender la emergencia, es decir, si se enferma o muere el personal entrenado, quien los reemplazaría” es el sentir generalizado de este sector.
Directora de Comunicaciones de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva,
Amplia experiencia en diferentes medios: Periodismo, Imagen Corporativa, Comunicación Organizacional, Marketing político, Relaciones Públicas, Protocolo, Proyectos Televisivos a nivel nacional, Asesoría de comunicación, Desarrollo de páginas Web y Mercadeo.