El congresista del Pacto Histórico dice que los contratos terminaron antes de la campaña y que no participó en ella.
El congresista David Racero, del Pacto Histórico, se defendió de las acusaciones que lo vinculan con la entrega de contratos a financiadores de la campaña de su tío, José Luis Mayorca, para la gobernación del Cesar1. Racero negó haber participado en la campaña de Mayorca y afirmó que los contratos fueron legales y terminaron antes de la contienda electoral.
(Además: Fonseca repetirá elecciones de alcalde y concejales por irregularidades)
Las acusaciones surgieron del concejal electo de Bogotá por el Centro Democrático, Daniel Briceño, quien expuso en la red social X que tres donantes de la campaña de Mayorca recibieron contratos de la Presidencia de la Cámara cuando Racero fue su presidente3. Entre ellos, Liliam María Torres Felizola, quien recibió dos contratos por $54.300.000. Briceño señaló que Torres Felizola trabajó en pedagogía ciudadana, principalmente en Valledupar, zona de influencia política de Mayorca4. También mencionó la relación laboral de Torres Felizola con el Centro Nacional de Oncología S.A., empresa de la cual Mayorca era dueño5.
Racero respondió a estas acusaciones asegurando que los contratos se hicieron con base en los requisitos legales y que estos finalizaron antes de la campaña electoral2. Aclaró que cualquier actividad política o económica de las contratistas después de terminar sus contratos con la Cámara es ajena a su responsabilidad6. Además, reiteró su compromiso con la transparencia y la lucha contra las injusticias en Colombia7.