El sismo de magnitud 6,3 causó graves daños en varias ciudades y provocó el colapso de edificios y viviendas.
Marruecos vivió el viernes una de las peores tragedias de su historia, al ser sacudido por un terremoto de magnitud 6,3 en la escala de Richter, que causó graves daños materiales y humanos en varias ciudades del país. El sismo se registró a las 10:27 a.m. (hora local) y tuvo su epicentro a 15 kilómetros al noreste de Al Hoceima, en la región del Rif.
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Según el último balance oficial, el terremoto dejó al menos 2.497 muertos y 2.476 heridos, muchos de ellos de gravedad. La mayoría de las víctimas se produjeron por el colapso de edificios y viviendas, especialmente en las localidades de Al Hoceima, Imzouren, Ait Kamra y Beni Abdallah.
El terremoto también afectó a la infraestructura eléctrica, telefónica y vial, dificultando las labores de rescate y asistencia a los damnificados. El gobierno marroquí declaró el estado de emergencia y movilizó a las fuerzas armadas, la protección civil y la cruz roja para atender la situación.
El rey Mohamed VI expresó su solidaridad con las familias de las víctimas y ordenó la creación de una comisión para evaluar los daños y coordinar la ayuda humanitaria. Asimismo, agradeció el apoyo internacional recibido por parte de varios países, entre ellos España, Francia, Estados Unidos y Argelia.
El terremoto de Marruecos fue el más fuerte que ha sufrido el país desde 1960, cuando un sismo de magnitud 5,7 dejó más de 12.000 muertos en la ciudad de Agadir. Los expertos advierten que Marruecos se encuentra en una zona sísmica activa y que es necesario reforzar las medidas de prevención y protección.