La Policía retoma la investigación tras 16 años y centra sus esfuerzos en un embalse cercano al lugar de los hechos.
La Policía lusa, en colaboración con agentes alemanes y británicos, ha reactivado la búsqueda de la niña británica Madeleine McCann en el sur de Portugal. Dieciséis años después de su desaparición, un fuerte dispositivo de seguridad ha sido desplegado en la zona, impidiendo el acceso tanto por tierra como por aire.
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El operativo policial se está llevando a cabo en la presa de Arade, a unos 50 kilómetros de Praia da Luz, donde la niña desapareció en 2007. Este lugar era frecuentado por el principal sospechoso, Christian Brueckner. Equipos policiales, acompañados de perros de búsqueda, trabajan en el terreno mientras decenas de periodistas nacionales y extranjeros observan atentamente.
Con el objetivo de obtener nuevas evidencias sobre la desaparición de Madeleine, las autoridades han prohibido el sobrevuelo de drones, aeronaves y helicópteros en la zona de búsqueda. La Policía lusa ha instalado casetas en el área, enfocando sus esfuerzos en el entorno terrestre del embalse.
Después de más de una década de intensa investigación, las autoridades esperan encontrar rastros humanos y pruebas incriminatorias que puedan arrojar luz sobre el paradero de la menor. El operativo está programado para durar al menos hasta el miércoles.
La desaparición de Madeleine McCann en 2007 conmocionó al mundo, generando múltiples hipótesis y llevando a cabo investigaciones exhaustivas. A lo largo de los años, los padres de la niña, Kate y Gerry McCann, se han mantenido firmes en su búsqueda de respuestas y justicia.
La decisión de reactivar la búsqueda y centrarse en el embalse cercano ha generado expectativas y esperanzas renovadas. La Policía confía en que este operativo pueda arrojar nuevos indicios que conduzcan al esclarecimiento del caso.
El caso de Madeleine McCann ha dejado una marca indeleble en la historia de las desapariciones y ha despertado un interés mundial sin precedentes. La incansable búsqueda de respuestas y el deseo de encontrar a la niña han unido a personas de diferentes países en una causa común.
A medida que las investigaciones en el embalse continúan, tanto la familia McCann como el público en general esperan que estas nuevas diligencias arrojen luz sobre el misterio que rodea la desaparición de Madeleine. El mundo sigue pendiente de los avances de la investigación y espera que se haga justicia en este caso que ha conmovido a millones de personas.