Ministro del Interior anuncia detención de 540 personas y señala a la ultraizquierda como responsable de los disturbios durante manifestaciones en París y otras ciudades francesas el 1 de mayo.
El 1 de mayo se produjeron manifestaciones en diferentes ciudades francesas en contra de la reforma de las pensiones. Los altercados que se produjeron dejaron un total de 406 policías y 61 manifestantes heridos, según un recuento del ministro del Interior, Gérald Darmanin. Además, se produjo la detención de 540 personas, 305 de ellas en París. Darmanin señaló a grupos de ultraizquierda como responsables de los incidentes y cargó contra el líder de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon, por no condenar los ataques contra las fuerzas del orden.
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Para el ministro, la falta de condena por parte de responsables políticos o sindicales que no condenan la violencia, es una forma de "complicidad". Darmanin reclamó una ley y un dispositivo concertado con otros países europeos para impedir que aquellos que están identificados puedan participar en manifestaciones, así como sanciones penales más fuertes contra los que atacan a las fuerzas del orden.
En las alrededor de 300 manifestaciones convocadas por los sindicatos en toda Francia participaron 782.000 personas, según el Ministerio del Interior. Para la Confederación General del Trabajo (CGT), eran 2,3 millones. Darmanin había movilizado a 12.000 policías y gendarmes en todo el país, de los cuales 5.000 en París, para hacer frente a los incidentes.
Los disturbios en la capital se desarrollaron durante toda la duración de la manifestación entre la plaza de la República y la de la Nación y durante varias horas más en torno a esta última. Según Darmanin, detrás de los disturbios había unos 2.000 miembros de la ultraizquierda. Para hacer frente en el futuro a este riesgo de grupos radicales, la propuesta del ministro es una ley y un dispositivo concertado con otros países europeos para impedir que aquellos que están identificados puedan participar en manifestaciones.
La líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, también condenó la violencia que salpicó los desfiles sindicales en París, pero también en otras ciudades como Lyon, Nantes o Toulouse. En su cuenta de Twitter, Le Pen destacó las "tentativas de asesinato contra las fuerzas del orden" y pidió que los autores del incendio de un edificio cerca de la plaza de la Nación de París sean juzgados ante un Tribunal de lo Criminal. Sin embargo, Darmanin replicó a la líder de la extrema derecha señalando que su discurso "está vacío" que no ofrece "ninguna propuesta" y que "en el silencio de su acción, no hay más que demagogia".
