Si tienes dudas sobre si es bueno que tus niños tengan un perro, aquí te contamos algunos beneficios que puede traerle en cuanto a actividad física y amor.
Con la llegada de un hijo aparecen preguntas sobre lo que deberíamos permitir y lo que no, lo que los ayudará y lo que no les aportará, pensando siempre en lo mejor para su desarrollo. Una de estas áreas incluye a las mascotas.
Existen muchas opiniones en torno a si los niños pequeños deberían tener un perro en casa desde la infancia temprana; mientras unas personas consideran que puede ser algo riesgoso, otros opinan que puede aportar grandes ventajas en su crecimiento.
De acuerdo con los expertos, son múltiples los factores para tener en cuenta en cada caso, pero a rasgos generales tener un perro sí es recomendable para los niños. Te contamos 5 de los beneficios que sustentan este consejo.
1. Brinda compañía constante
A lo largo de la infancia tu niño irá enfrentándose a cambios y retos, que, al tener un perro no tendrá que afrontar solo. Tener mascota proporciona una compañía constante no solo en los buenos momentos, sino también en los no tan buenos.
Además, los perros, a diferencia de muchos gatos, son más prestos a ofrecer consuelo para los niños, incluso cuando estos deben enfrentarse a las dificultades de la vida. Cuando los niños se sientan tristes, enfadados o asustados, van a poder recurrir a su mascota. Por otra parte, también se ha demostrado que acariciar y abrazar a un perro ayuda a aliviar el estrés.
2. Impulsa a tener un estilo de vida más activo
El tener que cuidar a un perro fomenta un estilo de vida más activo en los niños, ya que jugarán con ellos continuamente o incluso querrán hacer parte activa de sus paseos.
Se estima que los niños con perros hacen ejercicio al menos 15 minutos más por día que sus compañeros que no tienen perro. Aunque parezca una cifra pequeña, si se hace la suma por semana o por mes, tiene un fuerte impacto.
3. Aprenden de responsabilidad
Para los niños que tienen una mascota es más fácil aprender a ser responsables. Incluye a tu pequeño en todas las áreas del cuidado del perro, como asegurarse de que tiene comida y agua, haciéndoles saber que es fundamental que se cumpla a diario, lo que les dará mayores nociones sobre la responsabilidad y la obligación.
Además, los niños aprenden sobre empatía y compasión al cuidar a su mascota, lo que será muy positivo en sus relaciones sociales y desarrollan mejor autoestima al hacerse cargo de sus responsabilidades como dueños.
4. La importancia de la salud
Diferentes estudios señalan que los bebés que han crecido en contacto frecuente con una mascota enferman con menos frecuencia en su primer año de vida. Afirman que la exposición a la caspa natural de las mascotas y los microbios que pueden traer al hogar desde el exterior aportan para fortalecer el desarrollo del sistema inmunológico de los bebés.
Además, se ha descubierto que los bebés que crecen con perros tienen un riesgo menor de desarrollar alergias, a comparación de los que no han tenido mascotas.
5. Hace niños más felices y arriesgados
Uno de los mayores beneficios para los niños que tienen un perro es hacerles felices. Se ha demostrado que la interacción con animales, a cualquier edad, aumenta los niveles de serotonina y dopamina, componentes químicos responsables de los sentimientos positivos.
Y dejando de lado la ciencia, jugar e interactuar con perros es divertido y alegra el día a cualquier niño. Además, dentro de estos juegos, los niños le perderán el miedo a caerse, ensuciarse o probar cosas nuevas, por lo que los hará más arriesgados.
Crecer con un perro enriquece la vida de los niños desde diferentes áreas, por lo que acoger a un perro en la familia puede ser uno de los mejores regalos que podremos darles a nuestros hijos.
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