Las consecuencias del libre comercio en la producción lechera colombiana.
El exsenador y líder político Jorge Enrique Robledo aborda en su columna las consecuencias perjudiciales de los Tratados de Libre Comercio (TLC) en la industria lechera de Colombia. Destaca el impacto devastador de las importaciones masivas de leche y productos lácteos, que han puesto en riesgo a los agricultores y procesadores locales.
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El testimonio de un campesino en Boyacá refleja la preocupación de muchos. El campesino expresa que si le quitan la leche, también le quitarán su vaca y, consecuentemente, su tierra. Esta realidad se ha intensificado desde la implementación de los TLC con Estados Unidos y la Unión Europea en 2014, momento en el cual Colombia ha importado 481 mil toneladas de leche y lácteos.
Robledo advierte sobre el empeoramiento de esta situación en los próximos años, cuando las trasnacionales norteamericanas y europeas podrán ingresar libremente sus productos sin restricciones arancelarias ni cuotas, a partir de 2026 y 2027.
El exsenador critica la ilusión de competir en igualdad de condiciones con países que cuentan con mayores recursos financieros, subsidios y avances en infraestructura, educación, ciencia y tecnología. Destaca la desigualdad en los subsidios agrícolas, con Colombia destinando 2.500 millones de dólares frente a los 50 mil millones y 100 mil millones de dólares invertidos por Estados Unidos y la Unión Europea respectivamente.
Robledo enfatiza que el libre comercio beneficia a los monopolios y oligopolios, perjudicando a millones de competidores en todo el mundo. Además, señala que esta perspectiva retrógrada y contraproducente obstaculiza el progreso técnico, esencial para el desarrollo.
El excongresista concluye resaltando que la pérdida de la seguridad alimentaria no beneficia a los productores agrícolas ni a los colombianos en general. Critica la política económica basada en el asistencialismo en lugar del desarrollo de la producción, enfatizando que las donaciones estatales de alimentos importados no benefician a los productores nacionales.
En un llamado a proteger el sector agrícola, Robledo destaca la necesidad de revisar y replantear los acuerdos comerciales para salvaguardar la producción lechera local y garantizar la seguridad alimentaria del país. La defensa de la industria agrícola se convierte en un paso crucial para el desarrollo sostenible y la protección de los intereses nacionales.