La mujer tuvo que retirarse de la institución por una situación personal, por lo que pidió el traslado a otra universidad. Luego de 3 años no la han admitido.
Desde el año 2019, la joven de 22 años Leidy Valentina Raad Jaimes inició su proceso de transferencia desde una universidad privada de Neiva a la Universidad del Tolima, para continuar con su carrera de Medicina.
La estudiante cursó varios semestres en esta ciudad, pero por cuestiones económicas y por haber perdido una materia, tuvo que buscar solución y trasladarse hasta Ibagué.
“Ella perdió una de las materias y por ende, si no sostenía el nivel, por esa materia se le bajó y no pudo seguir estudiando allá. Entonces como tenía buenas notas en las demás materias, solicitó transferencia a la UT. Eso fue en el 2019. A ella le dijeron que sí, le hicieron la transferencia con el tema de créditos y quedaba en quinto semestre”, explicó Haidy Alejandra Raad, su hermana.
Sin embargo, tres años después de la solicitud, a la joven siguen sin admitirla a pesar de cumplir con todos los requisitos, como ella misma lo manifestó. Por eso, decidió iniciar una huelga de hambre a las afueras de la Gobernación del Tolima, con el fin de que alguien le de alguna solución y pueda finalmente, continuar con sus estudios.
Error tras error
La hermana de Valentina expresó que la negativa para la admisión de su hermana, se debe a error tras error en el sistema de la Universidad del Tolima, un recorrido que le ha causado a la joven el deterioro de su salud mental, pues desarrolló depresión y ansiedad por cuenta de la larga espera.
Primero, en el año 2019 le dieron un recibo de pago con una fecha pasada: “El sistema arrojó un valor del año anterior, mi hermana lo pagó y no se dio cuenta. Ahí hubo un error de la Universidad, pero ellos acusaron a mi hermana diciendo que ella se dio cuenta y que entonces perdía el derecho a poder acceder en ese momento a la Universidad, por ese error”.
La familia contrató un abogado para esclarecer culpables, mismo que los acompañó todo el 2020 ganando una acción de tutela frente a ese caso. “Se ganó porque se dieron cuenta que efectivamente fue un error de la Universidad que nunca aceptó”.
Sin embargo, lejos de ser admitida en ese momento, les dieron otra mala noticia. “Le dijeron ‘Valentina, de acuerdo al reglamento interno de la Universidad, como tu ya no cumples porque la transferencia se hace si tienes continuidad antes de un año, si se pasa el año ya no cumples, tienes que hacer otra carrera que tenga afinidad con la Medicina”, les informaron.
La joven cursó un semestre de veterinaria en la Universidad Cooperativa con un valor de 3 millones de pesos, pero esto tampoco fue suficiente para que la admitieran. “Dijeron que le falta una materia y es mentira, esa materia ya no existe en el pensum de medicina (…) eso ya es muy raro”, finalizó Haidy.
Por todo este recorrido, la joven permanece en estos momentos a las afueras de la Gobernación, esperando que este último esfuerzo sea la solución.
La respuesta de la UT
La directora del programa de Medicina, Milena Saavedra, explicó el caso. “No tenemos el listado oficial de personas admitidas al programa. La solicitud de la aspirante viene con un promedio de 3,9 y compite con los demás estudiantes que se presentan de transferencia externa, que son 30”, dijo la docente.
Añadió que estos promedios vienen mayor a 4.2, de modo que su promedio no es suficiente.
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