El sismo fue de magnitud 5,2 y tuvo al menos 8 réplicas menores en la misma zona de la frontera entre Ecuador y Colombia, en el departamento de Nariño.
En observación están los volcanes Chiles y Cerro Negro, ubicados en plena línea divisoria entre ambos países, después del sismo que se sintió especialmente en el sur del país.
La noche de este lunes, el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos de Desastres anunció que mantendrá la alerta amarilla y el puesto de mando unificado que hace seguimiento a la situación será permanente.
El súbito aumento en la sismicidad en el área llevó a que ya se revisaran los planes de evacuación de la zona. En conjunto con las autoridades ecuatorianas se acordó que este incluyera la posibilidad de que gente del sector pueda cruzar la frontera hacia Ecuador, lo que les resultaría más fácil en caso de una situación de emergencia.
“Por las características del sismo parece que está más asociado a una actividad volcánica”, indicó a Efe Jorge Bustillos, docente investigador de la Facultad de Ingeniería en Geología, Minas, Petróleos y Ambiental, de la Universidad Central (estatal) de Ecuador.
Aunque Bustillos reparó que el sismo también puede estar relacionado con una falla geológica que atraviesa el complejo, dijo que un eventual cambio en la presión en el interior del volcán Chiles podría liberar energía que “se transfiere a las estructuras tectónicas como las fallas”.
El científico precisó que con solo la información sísmica no se puede estimar con precisión este tipo de eventos y que un estudio sobre gases o deformación del edificio volcánico permitiría “confirmar o descartar lo que dice la sismicidad”. No obstante, remarcó que lo sucedido en la zona “indica es que algo está pasando debajo del volcán”.
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