La empresa asegura que las pruebas presentadas por la Fiscalía están basadas en testimonios falsos de delincuentes convictos.
La compañía minera Drummond ha salido en defensa de sus directivos, el presidente José Miguel Linares Martínez y el expresidente Augusto Jiménez Mejía, luego de que la Fiscalía General de la Nación los acusara de tener supuestos nexos con grupos paramilitares.
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En un comunicado de prensa, Drummond afirmó que la resolución de acusación no está respaldada por pruebas creíbles y se basa en declaraciones falsas de delincuentes convictos que recibieron pagos por testimonios falsos. La empresa sostiene que se trata de un "cartel de falsos testigos" promovido por abogados colombianos y un abogado estadounidense que demandaron a la compañía en Estados Unidos sin éxito.
La empresa reiteró su apoyo y confianza en los directivos acusados y afirmó que los respaldará plenamente durante el juicio. Asimismo, confía en que las pruebas presentadas demostrarán la inocencia de sus ejecutivos ante los tribunales correspondientes.
Por su parte, el fiscal delegado ante el Tribunal Superior de Bogotá ha afirmado que existen pruebas abundantes que respaldan la presunta responsabilidad de los directivos en el delito de concierto para delinquir agravado, específicamente en la promoción y financiación de grupos armados ilegales. Según la acusación, Linares Martínez y Jiménez Mejía habrían aumentado el valor de un contrato de suministro de alimentos con una empresa proveedora para obtener recursos adicionales destinados a cubrir obligaciones ilegales con un grupo paramilitar.
El caso aún se encuentra en proceso y se espera que en la fase de juicio se presenten todas las pruebas para determinar la culpabilidad o inocencia de los directivos de Drummond.