Saqueo y destrucción en el Centro de Desarrollo Infantil generan tristeza e indignación en el barrio.
El barrio Carlos Meisel se vio sumido en tristeza, dolor e indignación tras el acto de vandalismo que ocurrió en la sede del Centro de Desarrollo Infantil (CDI). Vándalos saquearon las instalaciones, llevándose todo lo que encontraban a su paso y causando destrozos significativos.
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En medio de este lamentable suceso, muchas madres se encontraban en el lugar junto a sus pequeños hijos, a quienes no podían dejar en sus casas. Fueron testigos del horror provocado por los actos vandálicos que se llevaron a cabo durante la tarde, noche y madrugada del lunes y martes.
En el CDI se brindaba atención integral a aproximadamente 500 niños de edades comprendidas entre cero y cinco años. Estos pequeños recibían cuidado y alimentación de primera infancia.
Ana Yuranis Del Castillo, tesorera de la Junta de Acción Comunal del Carlos Meisel, expresó su profunda tristeza al pensar en la cantidad de niños que se beneficiaban de esta institución. En estos momentos, hay niños que pueden despertar sin tener un desayuno asegurado, privados del alimento que recibían allí. Además del desayuno, los niños también recibían un almuerzo y un mercado para llevar a sus hogares.
Es lamentable que los responsables del vandalismo no hayan considerado los múltiples beneficios que las familias pobres del barrio recibían a diario de esta institución. La difusión de información falsa no refleja la realidad de lo sucedido y genera una imagen distorsionada de los hechos.
María Leonor Villalba, otra líder del barrio Carlos Meisel, expresó su tristeza al presenciar cómo los vándalos pasaban frente a su casa con sillas y destruían todo a su paso. Dejaron literalmente a los niños en la calle. Ella misma relató que lloró al ver que su nieta fue una de las afectadas por esta situación.
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