La menor es una paciente electrodependiente que requiere de un concentrador de oxígeno permanente.
Ludys Ovalle Jácome
Especial para El Tiempo
Valledupar
“La empresa le está garantizando el mínimo vital a la pequeña al no suspenderle el servicio de luz. Siempre lo va a tener. Pero, exonerarle la deuda no se puede. En el sistema de Afinia está marcada como ‘no cortable’ para garantizarle este servicio”.
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La reacción es de una persona cercana a la compañía Afinia, quien explicó por qué la empresa no puede acceder a la solicitud a los familiares de los pacientes electrodependientes, que se recuperan en casa a través de un equipo técnico.
Ese es el caso de Cindy Sánchez Pérez, madre de la menor de edad, Paula Elena Escobar Sánchez, que desde hace tres meses viene padeciendo una enfermedad neurodegenerativa (TAY-SACHS).
“Es una enfermedad neurológica, transmitida de manera genética, en este caso, por nosotros los padres, que va deteriorando poco a poco al paciente. A los dos años comenzó su deterioro, dejó de caminar, hablar, perdió su nivel cognitivo”, detalló Pérez Sánchez.
Para su recuperación, la niña de cinco años de edad, necesita de la asistencia de un concentrador de oxígeno que le permite respirar. Este requiere de energía eléctrica, debe estar activo la mayor parte del día, por lo que el costo del recibo de luz se incrementa diariamente.
Este temor lo padeció la familia anteriormente, cuando la hermana mayor de la pequeña Paula Helena, requirió de ayuda ventilatoria tras padecer la misma enfermedad. Falleció el 28 de diciembre del 2020.
“Ella tenía ventilación mecánica y otros equipos eléctricos. El recibo también llegaba costoso”, explicó Sánchez Pérez.
La madre de la menor, sostiene que carece de recursos económicos. Gran parte de su tiempo lo dedica al cuidado de su hija. Subsisten gracias a un sueldo mínimo que gana su esposo en la empresa donde labora.
El gasto promedio de su facturación, oscila entre 120 y 140 mil pesos. Desde el momento en que su hija requirió el concentrador de oxígeno la cifra se incrementó a 250 mil pesos.
“La habitación de la nena se impregna de mucho calor por el equipo. Este mes ha tenido recurrentes neumonías. Ahora tenemos una factura acumulada de 900 mil pesos que no hemos podido pagar a tiempo. No podemos encender el aire acondicionado por temor a que se incremente el gasto de energía.”, recalcó la madre de la paciente.
Angustiada por la situación, Cindy Sánchez Pérez ha venido solicitando apoyo a través de los diferentes medios de comunicación de la capital del Cesar, al igual que a la empresa Afinia para que le garanticen la gratuidad del servicio de luz.
“Se lo suplicamos. Es un caso de emergencia. Por favor, escuchen este clamor”, resaltó la madre de la niña.
La empresa no tiene política de exoneración de pago
En Valledupar no existe una estadística concreta sobre los pacientes que dependen de estos equipos médicos para su recuperación.
Sobre el caso de la pequeña Paula Helena, se conoció extraoficialmente, que a mediados de este año funcionarios de Afinia realizaron una visita a la familia.
Sin embargo, la compañía no le está permitido exonerar la deuda porque no aplican este tipo de política. Al tratarse de una empresa pública están sometidas a un control fiscal que les impide llevar a cabo este tipo de requerimiento.
Directora de Comunicaciones de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva,
Amplia experiencia en diferentes medios: Periodismo, Imagen Corporativa, Comunicación Organizacional, Marketing político, Relaciones Públicas, Protocolo, Proyectos Televisivos a nivel nacional, Asesoría de comunicación, Desarrollo de páginas Web y Mercadeo.