Incendio consume viviendas precarias y revive tragedias pasadas en este asentamiento de familias desplazadas y migrantes.
El barrio La Bendición de Dios, cerca de la zona portuaria de Barranquilla, sufrió un devastador incendio el lunes 20 de enero. Este asentamiento, habitado por desplazados y migrantes venezolanos, cumple 21 años sin mejoras significativas en sus condiciones de vida. El incendio revivió dolorosas tragedias pasadas y dejó a 25 familias sin hogar. ( Además: Fallece Miguel Ángel Díaz, hijo de Diomedes Díaz, en Bogotá )
Este barrio, caracterizado por la precariedad de sus viviendas, alberga a cerca de 600 familias en casas construidas principalmente con tabla, madera, zinc, plástico y cartón. La falta de servicios básicos es una constante: no cuentan con conexiones de gas natural (utilizan gas propano), el agua se obtiene de redes cercanas y las conexiones eléctricas son ilegales, tomadas de los postes del sector. La mayoría de los habitantes subsisten gracias al reciclaje. Esta situación de vulnerabilidad los hace especialmente susceptibles a tragedias como la ocurrida.
El incendio del 20 de enero
A las 12:36 del mediodía del lunes 20 de enero, un incendio se propagó rápidamente por varias viviendas del barrio. Decenas de familias presenciaron con horror cómo sus precarias viviendas y pertenencias eran consumidas por las llamas. El pánico y la desesperación se apoderaron de la comunidad mientras intentaban salvar algunas de sus pertenencias. Cinco máquinas del Cuerpo de Bomberos de Barranquilla acudieron al lugar y lograron controlar la conflagración. Muchos residentes se encontraban trabajando cuando se enteraron de la tragedia que había afectado sus hogares.
Este no es un hecho aislado. Claro, aquí tienes el texto sin voz pasiva: "El barrio La Bendición de Dios sufrió incendios similares en años recientes: uno en mayo de 2022 y otro en agosto de 2016. Con el incendio del 20 de enero, ya suman tres emergencias de este tipo, en las que el fuego consumió aproximadamente 70 humildes viviendas. Esta recurrencia evidencia la necesidad de una intervención integral y urgente en el sector.
Tras el incendio del 20 de enero, funcionarios de la oficina de Gestión del Riesgo se desplazaron al barrio para iniciar un censo y determinar el número exacto de personas afectadas por la conflagración. Este censo permitirá coordinar la ayuda humanitaria y las acciones necesarias para atender a las familias damnificadas.
Fuente informativa:- Zona Cero