Astrid Cáceres lidera un nuevo capítulo de diálogo y respeto hacia la comunidad Wayúu
En un emotivo acto celebrado en el coliseo Institución Etnoeducativa Integral Rural Internado de Siapana, en Uribia, la directora general del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Astrid Cáceres, encabezó el reconocimiento del pueblo Wayúu como sujeto de derechos. Vestida con una manta Wayúu como símbolo de respeto, Cáceres transmitió un saludo a todos los miembros de la comunidad, destacando la importancia de este evento para la reparación histórica.
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En sus palabras, Cáceres expresó: "Este acto es la manifestación del profundo respeto con el que hoy exalto la grandeza del pueblo Wayúu, la majestuosidad de su desierto y de la Serranía de Macuira. Un espacio para ofrecer reparación y dar mi palabra de la intención de hacer las cosas diferentes". Reconociendo los errores del pasado, la directora del ICBF enfatizó en la voluntad de unir al pueblo Wayúu y al gobierno nacional en una misma causa.
El acto de reconocimiento también coincide con el Auto 305 de 2023 de la Corte Constitucional, que insta al ICBF a educar sobre la cultura Wayúu y eliminar estereotipos y prejuicios. Esta coincidencia refuerza la determinación del instituto de establecer una relación distinta con el pueblo Wayúu, implementando acciones concertadas que garanticen los derechos de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y familias, a través de un diálogo genuino y horizontal.
La directora general del ICBF dejó claro su propósito: "Yo no vengo a salvar a La Guajira, yo vengo a tejer un puente y a poner puntadas en un camino que debe recorrer el pueblo Wayúu y el Gobierno nacional. Vengo a iniciar un proceso de reparación que nos toca construir entre todos". Además, anunció que en los próximos meses se implementará en 52 zonas de La Guajira un modelo de atención integral, construido de manera colectiva, que promoverá la seguridad y soberanía alimentaria, la salud y la protección.
El evento también contó con dos espacios de armonización en territorios sagrados, destacando la nueva relación que el ICBF establecerá con las comunidades. Este paso adelante representa un compromiso genuino hacia un futuro de respeto y colaboración mutua. A través de un ejercicio colectivo y comunitario, que incluirá círculos de la palabra por territorios, se buscará fortalecer el diálogo y la construcción conjunta de soluciones.
Con este acto histórico, el ICBF y el pueblo Wayúu dan un paso hacia adelante en la búsqueda de la equidad, el respeto y la garantía de derechos para una comunidad que ha sido marginada en el pasado. Este nuevo capítulo promete generar cambios significativos en La Guajira y sentar las bases para un futuro más inclusivo y próspero.