Comunidad indígena alega que la medida es preventiva contra la pandemia de coronavirus.
Ludys Ovalle Jácome
Especial para El Tiempo
Valledupar
Los retenes de la comunidad kankuama, en algunas zonas turísticas del sector corregimental de Valledupar, se han convertido en el dolor de cabeza de muchos visitantes a la zona.
Recientemente impidieron el ingreso a una treintena de ciclistas al balneario turístico de La Mina, a 40 kilómetros de la capital del Cesar.
El grupo de pedalistas suele realizar prácticas deportivas en este sector, sin embargo se encontraron con obstáculos en la vía instalados por la comunidad indígena.
“Nos sorprendió encontrar un retén. Dijeron que, para ingresar, había que llevar unos permisos emanado por las autoridades departamentales y locales, lo que impidió seguir haciendo ejercicio allá. Tuvimos obligatoriamente que cambiar la ruta”, relató Gabriel Villa, uno de los ciclistas afectados.
Una situación que, también ha generado algunas confrontaciones, con los colonos que tienen sus parcelas en estos territorios.
“Hemos tenido que explicarles que vamos a realizar actividades agrícolas porque tenemos siembra en estas zonas rurales. A través de estos diálogos es que han ido cediendo un poco su posición”, sostuvo un lugareño del sector.
De acuerdo a la comunidad kankuama, la restricción de visitantes a sus territorios, obedece a una medida preventiva contra la pandemia de coronavirus, ya que el alto riesgo de desnutrición y la falta de servicios adecuados de salud en estos resguardos, los hace más vulnerables frente a la enfermedad.
“Tenemos que generar nuestras propias formas de cuidado y protección, ya que los pueblos indígenas tienen una salud más precaria. Se han presentado pequeños casos de coronavirus y lo que se quiere es la protección de la vida, preservando los protocolos de bioseguridad”, explicó la socióloga kankuama, Ketty Fuentes Bolaño.
Las prohibiciones contemplan a la mayoría de las zonas que conforman el resguardo de la etnia kankuama, entre ellas, Atánquez, La Mina, el Mojao, Guatapurí, El Rancho de La Goya, Chemesquemena, Murillo, Las Flores, Los Haticos, Pontón, Ramalito, con más de 17 mil habitantes.
“Si estos espacios se abren al público se generaría un caos interno, porque los centros de salud existentes son muy frágiles, no podrían responder a una situación agravante como esta pandemia. Si no nos cuidamos, podríamos ocasionar una masacre entre nosotros mismos y la medicina indígena, precisamente se trata d prevenir”, recalcó la socióloga.
Para el secretario de gobierno municipal, Luis Galvis, este tipo de medidas no son admisibles, ya que si bien es cierto estas zonas hacen parte del resguardo indígena las vías no pueden bloquearse.
En este sentido, propone un acuerdo consensuado entre las partes.
“No queremos hacer uso de fuerza frente a esta situación, por lo contario, queremos llegar a un acuerdo ya que estamos hablando de vías de acceso a zona corregimental que han sido construidas por el estado y que garantizan precisamente la movilidad de las personas que se encuentran en estos lugares que no todos son territorios kankuamos”, subrayó el funcionario.
Según datos de la secretaría de salud municipal, las cifras de covid-19 en Valledupar van en aumento.
A fecha de hoy se han registrado 22.110 casos positivos; de esta cifra, se han recuperado 20.554, han fallecidos 540 y están activos 955.
Fuente informativa:
eltiempo.com
Directora de Comunicaciones de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva,
Amplia experiencia en diferentes medios: Periodismo, Imagen Corporativa, Comunicación Organizacional, Marketing político, Relaciones Públicas, Protocolo, Proyectos Televisivos a nivel nacional, Asesoría de comunicación, Desarrollo de páginas Web y Mercadeo.