Comunidad pide atención de Corpocesar y el Gobierno Nacional.
Ludys Ovalle Jácome
Especial para El Tiempo
Valledupar
El manto verde de tarulla que se extiende alrededor de la superficie de la Ciénaga de Saloa, jurisdicción de Chimichagua (Cesar), dificulta el ritmo habitual de los pescadores de esta zona.
Jafed Quiñonez, con más de 20 años en este oficio artesanal, asegura que lleva varias semanas intentando que los peces queden atrapados sobre las redes tupidas de su trasmallo blanco.
Un impacto negativo para su labor, ya que los 12 kilos de pescado, entre bocachico criollo, nicuro, cachama y blanquillo que recogía diariamente de su faena, antes del taponamiento de la ciénaga, se redujeron en un 90 por ciento, lo que influye drásticamente en la seguridad alimentaria de su familia.
“Por las noches, tiro bien seguro el trasmallo de ojo de malla de ocho centímetros y lo recojo por las mañanas, pero ahora con la tarulla es mínima la captura de peces y no alcanzo con los gastos de mi hogar”, comenta Quiñonez, representante de la cooperativa de pescadores de Saloa.
La proliferación de la planta que arropa el espejo de agua dulce, también impide el tránsito de las canoas, lo que representa un riesgo para los pescadores.
“Se nos imposibilita salir a realizar la faena de pesca por el taponamiento y eso representa un riesgo. ¡Se llega quedar uno atrapado allá, no aparece!, varias personas que también viven de la pesca alrededor de Saloa han perdido la vida porque la canoa se queda atrapada entre la tarulla”, recalca el pescador.
Una problemática que empeora tras la emergencia de la pandemia de coronavirus, por lo que reclaman ayuda humanitaria al igual que medidas preventivas por parte de la Corporación Autónoma Regional del Cesar (Corpocesar) y la intervención de los entes gubernamentales.
“Hemos programado una visita para la próxima semana para conocer la situación de la zona. La idea es que ellos mismos puedan remover la tarulla y se ganen unos recursos para el sustento de sus familias”, afirmó Celso Moreno, alcalde de Chimichagua.
Saloa es el corregimiento ribereño más grande de Chimichagua, el 80% de la población vive de la actividad pesquera.
En épocas anteriores, fue considerado el primer puerto pesquero del Cesar, donde se recogían muchas especies como el zapatero, bagre pintado, sábalo, coroncoro, manatí, pacora, mojarra amarilla, moncholo, pincho, arenca y la vizcaína.
“Nuestra labor es invisible para el gobierno. No contamos con beneficios para el gremio ni alternativas para mitigar situaciones como estas, como la compra de tierras para hacer cultivos transitorios”, puntualiza.
Fuente informativa:
eltiempo.com
Directora de Comunicaciones de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva,
Amplia experiencia en diferentes medios: Periodismo, Imagen Corporativa, Comunicación Organizacional, Marketing político, Relaciones Públicas, Protocolo, Proyectos Televisivos a nivel nacional, Asesoría de comunicación, Desarrollo de páginas Web y Mercadeo.