El empresario colombiano, acusado de lavado de dinero en EE.UU., fue recibido por el presidente Nicolás Maduro.
El empresario colombiano Alex Saab, señalado de ser el testaferro del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llegó este lunes a Caracas tras ser liberado por Cabo Verde, donde estuvo detenido desde junio de 2020.
(Además: En plena fiesta de Navidad definirán quien será el nuevo alcalde)
Saab fue extraditado a Estados Unidos el pasado 16 de octubre, donde enfrentaba cargos por lavado de dinero, pero fue liberado el sábado por una orden de la Corte de Justicia de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO).
Saab fue recibido por Maduro y otros altos funcionarios del Gobierno venezolano en el aeropuerto internacional Simón Bolívar. En unas imágenes difundidas por la televisión estatal, se ve al empresario abrazando al mandatario y saludando a la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, y al canciller, Félix Plasencia.
Maduro calificó la liberación de Saab como una “victoria de la justicia” y una “derrota del imperialismo”. Asimismo, agradeció a los países africanos y a la CEDEAO por su apoyo al empresario, a quien considera un “diplomático” y un “héroe de la patria”.
Saab, por su parte, agradeció a Maduro y al pueblo venezolano por su solidaridad y denunció las “torturas” y las “violaciones” a sus derechos humanos que sufrió durante su detención. También dijo que seguirá trabajando por el bienestar de Venezuela y que no se dejará intimidar por las presiones de EE.UU.
Saab es acusado por EE.UU. de haber lavado hasta 350 millones de dólares defraudados a través del sistema de control cambiario venezolano. Según la acusación, Saab y su socio Álvaro Pulido se confabularon con otros individuos para lavar sus ganancias ilícitas y transferirlas desde Venezuela hasta cuentas bancarias en EE.UU.
El empresario también está vinculado con el programa de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), que distribuye alimentos subsidiados a los sectores más pobres de Venezuela. Según EE.UU., Saab se benefició de contratos sobrevalorados y de corrupción en el manejo de los recursos del programa.
