El departamento ocupa el tercer lugar en el país con 19 casos confirmados. La Guajira y el Chocó lideran el triste ranking.
La desnutrición infantil sigue cobrando vidas en Colombia. Según el Instituto Nacional de Salud, en lo que va del año han muerto 680 niños menores de cinco años por enfermedades prevenibles. De ellos, 247 por desnutrición, 100 por enfermedad diarreica aguda y 333 por infección respiratoria aguda.
El departamento del Cesar es uno de los más afectados por esta situación. Hasta la fecha, se han reportado 19 menores fallecidos por desnutrición, de los cuales 17 casos ya han sido confirmados y 2 se encuentran en estudio. El Cesar se ubica en el tercer lugar a nivel nacional, solo superado por La Guajira con 52 casos y el Chocó con 31.
La mayoría de las muertes por desnutrición se han presentado en zonas rurales y de difícil acceso, donde las condiciones de pobreza, falta de agua potable, saneamiento básico y atención en salud son críticas. Además, la pandemia del COVID-19 ha agravado la situación, al limitar la movilidad y el acceso a los programas de nutrición.
Ante este panorama, las autoridades locales y nacionales han anunciado medidas para atender la emergencia y prevenir más muertes. Entre ellas, se destacan la ampliación de la cobertura de los subsidios de alimentación, la entrega de paquetes nutricionales, la realización de jornadas de tamizaje y la activación de rutas de atención integral.
Sin embargo, estas acciones aún son insuficientes para garantizar el derecho a la vida y a la alimentación de los niños y niñas del Cesar. Se requiere una mayor inversión social, una coordinación intersectorial y una participación comunitaria para enfrentar este grave problema de salud pública.
