Las víctimas, entre ellas mujeres y niños, intentaban cruzar el desierto para llegar a Europa.
Un grupo de 27 migrantes fue encontrado sin vida en el desierto, cerca de la frontera entre Túnez y Libia. Las víctimas, entre ellas mujeres y niños, habrían muerto por deshidratación y hambre, según informaron las autoridades tunecinas.
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Los migrantes, procedentes de varios países africanos, intentaban cruzar el desierto para llegar a Libia. Desde allí, esperaban embarcarse hacia Europa, en busca de una vida mejor. Sin embargo, su travesía se convirtió en una pesadilla, al quedar atrapados en una zona inhóspita y sin recursos.
El hallazgo de los cuerpos se produjo el pasado domingo, cuando un pastor alertó a las fuerzas de seguridad tunecinas. Los agentes se trasladaron al lugar y encontraron los cadáveres dispersos en un área de unos 20 kilómetros. Algunos de ellos llevaban documentos de identidad, lo que facilitó su identificación.
Según las autoridades, los migrantes habrían salido de Túnez hace unas dos semanas, guiados por un traficante que les prometió llevarlos a Libia. Sin embargo, el traficante los abandonó en el desierto, tras robarles sus pertenencias. Los migrantes quedaron a merced del calor extremo, la falta de agua y comida, y los animales salvajes.
Este hecho es uno de los más trágicos que se han registrado en la ruta migratoria del desierto, que conecta el norte de África con Europa. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 1.200 personas murieron en esta ruta en 2020. La OIM ha pedido a los gobiernos de la región que refuercen la protección y la asistencia a los migrantes.
