A la JEP y al Partido Comunes se les abrieron dos nuevos frentes de batalla que podrían modificar el acuerdo de paz que les dio vida jurídica.
A la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y al Partido Comunes se les abrieron dos nuevos frentes de batalla que podrían modificar el Acuerdo de Paz que les dio vida jurídica. Y, de paso, los puso a pelear.
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Por un lado, los excombatientes de las antiguas Farc, que ahora integran ese partido, estarían buscando cambiar a la JEP para volver a recibir al desertor Iván Márquez y para flexibilizar las normas que permitan liberar a 170 exguerrilleros que siguen presos tras siete años del pacto de La Habana.
Y, por el otro, el presidente Gustavo Petro abrió la posibilidad de “incluirle” puntos al Acuerdo de Paz que, según él, quedaron pendientes en Cuba, un movimiento delicado que significaría modificar el documento final con todos los riesgos que ello implica.
¿Lobby para cambiar a la JEP?
En diálogo con EL COLOMBIANO, por lo menos tres congresistas y un magistrado de la Jurisdicción Especial para la Paz coincidieron en que miembros del Comunes estarían haciendo lobby en el Congreso para que aprueben modificar la JEP.
Pero no es el único objetivo. En los pasillos del Congreso también se han escuchado rumores de cambios para que la Jurisdicción pueda recibir de nuevo al desertor Iván Márquez, uno de los líderes de esa extinta guerrilla que decidió retomar las armas y fue expulsado sin posibilidades de regreso.
Esto último, además, coincidiría con información que sugiere que el mismo Gobierno estaría tramitando una ley para que esas disidencias de la Segunda Marquetalia puedan volver a negociar con el Estado y ser recibidos en la justicia transicional.
Según han dicho el presidente Gustavo Petro y varios de sus alfiles más cercanos, esas movidas serían bajo el argumento de que hubo un entrampamiento al Acuerdo de Paz.
Ahora bien, desde el Partido Comunes, varios de sus congresistas le dijeron a este diario que, “por ahora” no están tramitando o apalancando ningún proyecto para hacerle modificaciones a cualquiera de los organismos que fundó el Acuerdo.
Lo que sí reconoció el senador Julián Gallo es que ellos le están pidiendo a la Jurisdicción, y a Petro, que ayuden a flexibilizar las normas de la Jurisdicción para que tenga en cuenta el componente político de la negociación y libere a esos 170 exguerrilleros que siguen presos después de la firma.
Pero en ese punto dista uno de los magistrados de la JEP. De acuerdo con el togado, “liberar a esos presos mediante la figura de indulto o amnistía sería inviable por la legislación internacional en derechos humanos. Ni siquiera cambios a la JEP en ese sentido podrían ser aceptados por la Corte Constitucional”, dijo a este diario.
Modificar el acuerdo de paz
Pero el objetivo del Presidente puede ser mucho más ambicioso. La semana pasada aseguró que su idea sería incluirle temas al Acuerdo de Paz para que sirva como hoja de ruta para “transformaciones de la sociedad”.
Si decide hacerlo, advierte el magistrado de la JEP, “por esa vía de hacerle pequeños cambios que podrían enriquecer el Acuerdo se colarían otros cambios negativos que siempre ha querido meter un ala de la política a la JEP y al Acuerdo. Recordemos que buena parte del Congreso no está de acuerdo con lo que se firmó”, dijo.
Para Gallo, el Acuerdo no requiere de cambios, sino cumplirlo a cabalidad para que funcione. Sin embargo, respaldó al Presidente en la idea de que sirva para hablar de otros temas pendientes que tiene la sociedad: “Si esto sirve para transitar hacia un nuevo modelo económico, adelante. Lo que sí creo es que todo en este tema hay que hacerlo con mucho cuidado”, concluyó
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