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sábado, 23 noviembre, 2024

    Deja prosperar tu yo interior, ¡toma las riendas de tu cerebro, cambia la perspectiva!

    Abandona las cargas que pesan en el alma, la victimización y responsabilízate de tu capacidad de reaccionar frente a situaciones adversas.

    Tu eres el único factor de cambio, así actúa la matemática espiritual y universal.
    Foto: Google

    “Cuando ensanchamos nuestra forma de pensar y nuestras creencias, nuestro amor fluye libremente. Cuando nos contraemos, nos bloqueamos y aislamos.” Louise Hay

    Hemos venido tratando el tema de aplicar el pensamiento positivo a todas nuestras circunstancias, sin embargo, es necesario replantear algunas circunstancias que hoy atacan al ser humano. El abatimiento, la desolación, la angustia, la desesperanza, el desamor, la falta de fe y la falta de conexión interior con esa luz interior que nos ofrece cada día una nueva esperanza, la cual nos orienta a la verdadera libertad como seres humanos.

    No es necesario ir muy lejos, sino hacer un breve recorrido en las redes sociales a partir del crecimiento inmediatista de noticias, que ha generado la pandemia del coronavirus (repetitiva en diferentes modalidades cada 100 años), inicialmente por indicadores y cifras, luego por miedo (clasificado en sintomático y asintomático) y tercero por desolación de aquellas personas que creen no encontrar ninguna salida.

    En estos días Latinoamérica se ha llenado de desesperanza, personas que no tienen medios de vida económicos de subsistencia mínima, vendedores ambulantes que nunca han podido acceder a un empleo digno porque su vida siempre ha sido del diario vivir, economías básicas de venta de bienes y servicios, países sin prospectos de desarrollo y muy atrasados tecnológicamente,  que no le permiten a las comunidades visionar otras estructuras y medios de subsistencia, políticas publicas dirigidas a la económica de gran escala, sector bancario e industrial, que progresivamente han llevado a las economías de menor escala a cerrar, dejar de producir y no recibir incentivos de ninguna especie para subsistir en medio de la crisis, países que no invierten en el crecimiento comunitario, sino en el crecimiento de las grandes economías que no favorecen a las comunidades y personas de escasos recursos. Me lleva a pensar en esas luces, que grandes pensadores han generado, por ejemplo, el banco de los pobres (El Banco Grameen),  que generó un éxito total en las pequeñas economías de las poblaciones Hindúes, pensado por un novel de la economía familiar, una luz en medio de tanta agonía de estos hogares.

    Esta semana un vendedor ambulante de helados colombiano, mayor de 60 años lloraba en la calle y decía a un medio de televisión: “si tuviera una inyección para morir, me la aplicaría dos veces”. Un llanto profundo sin respuesta, como mucho otros que se encuentran en esa misma desolación y abandono.

    ¿De qué sirve entonces el conocimiento, la inteligencia y la riqueza en este maremágnum de interrogantes sin respuesta, de impotencia y desasosiego?

    Del que muchos nos ufanamos, tenemos colgados en grandes títulos en las paredes de los estudios de las casas, o en los despachos y grandes oficinas.   

    ¿De qué sirve todo ese esfuerzo por aprender y ser diferentes en términos intelectuales a los demás, si no aportamos?

    ¿Por qué en estos momentos sentimos esa gran impotencia frente a tantas circunstancias que psicológicamente golpean hoy al ser humano?

     ¿Como se generó el Banco Grameen?, ¿Por qué una sola persona facilitó acciones y soluciones inmediatas a miles familias pobres en quienes se tenia poca confianza?, ¿Por qué al inicio de la pandemia, los ricos y personas pudientes tenían temor de que los pobres asaltaran las grandes economías, supermercados, supertiendas y grandes superficies?,  Frente a eso, la respuesta es sencilla, ganó el juego de poder, las economías emergentes del capital y la corrupción, otro criterio aun mas decepcionante en medio de la crisis.  ¿Entonces, cual es el camino?

    Hay que tomar conciencia, hablar con el yo interno, creer en ese ser interior que permanece y nunca busco. Dejar de ser y pasar a ser. Buscar el poder interior a esa mente única, infinita e inmaterial, presente siempre, orientadora y dilucidadora.

    Buscar esa conexión espiritual que nos permite sentirnos únicos, ser uno espiritualmente con el creador y dueño del universo, sentirnos felices por ser su objeto de la creación, herederos de un buen padre celestial.

    Utilizar ese poder divino. Utilizar de forma adecuada ese poder infinito y aprender a utilizarlo.

    Es necesario dejar a un lado la victimización y hacernos responsables de esa capacidad de reaccionar ante las situaciones adversas. Es duro, pero es una realidad, debemos afrontar la adversidad. Dejar las cargas, heredadas, genéticas, encontradas y sumadas en el camino de la vida.

    Dejar las cargas que están demás y que pesan, en el alma, el corazón y no permiten acercarnos a esa divinidad interior, a esa superioridad. Esas cargas vienes de hogares disfuncionales, de maltrato en la infancia, violencia, abusos, drogadicción o alcoholismo de los padres, las cargas entonces se vuelven negativas y se pierde en el camino la capacidad de perdonar, de reconciliarse con la vida y con esa luz interna por la cual fuimos creados, por la cual existimos y por la cual somos un milagro de la creación que nos despierta diariamente. Es necesario agradecer a la vida, a las circunstancias y reconocer que somos afortunados dentro de esta inmensidad de todo lo que ocurre, gracias, gracias, gracias, por cada día, por cada momento, por cada vida, por cada amanecer, por cada color, porque solo la luz se manifiesta con inmensidad de colores.

    Deja los pensamientos negativos, encuéntrate diariamente con esa luz interior y reconoce que tu eres valioso, que tu tienes el poder de la inmensidad del universo en ti mismo; el pasado solo existe en nuestra mente porque ya pasó.

    Ya no existe, no lo cargues. Déjalo ir, suéltalo. Para ser verdaderamente libres hay que viajar ligeros y sin pesos, suelta el equipaje y la dura carga que llevas.

    Responsabilízate de tus pensamientos y poco a poco tu espíritu se elevará a dar cumplimiento a tus deseos, tus metas y sobre todo las promesas que tu mismo te haces, comprométete contigo a cambiar, es importante que sientes cabeza y le otorgues el mando, ella esta a cargo de que todas tus posibilidades se cumplan y todo lo que te propongas se haga.

    Tu eres el único factor de cambio, así actúa la matemática espiritual y universal, somos uno, es una ecuación infaltable, estratégica y única. Su luz nos invade, elige creer en ese cambio interno y en la aceptación que somos uno y esa luz nos invade, pídele orientación, pídele amor, pídele sabiduría eterna y nunca más, te sentirás solo.

    No le niegues a tu cabeza que es quien manda, trabajo en ello de manera constante, se perseverante, deja que tome el control, hay que cambiar la perspectiva. No debemos actuar de la manera natural como lo hacen todas las comunidades y seres humanos, cometiendo error sobre error, debemos abstraernos y atrevernos a ser diferentes, resilientes, a generar el cambio interno, es urgente.

    Hay que darle cabida a la razón acompañada de una vida espiritual plena y conectada con el dueño de los tiempos, no buscándolo afuera, porque desde el principio de los tiempos ha coexistido con nosotros, de manera interna y sublime en nuestros corazones, donde no acostumbramos a buscarlo.

    Sé consciente cada día de su presencia, aprender a cambiar y a generar impacto positivo y cambio en otros, ¡no hay mejor regla que el ejemplo!

    Entérate, eres un ser maravilloso, producto divino de la creación, eres privilegiado, debes atreverte entonces a dar ese primer paso, tus problemas terminan cuando empieza tu reconocimiento, cuando te convences que puedes dar un giro amplio de tus perspectivas y ser el artífice de tu cambio, un cambio productivo para tu vida, para tu situación y para hacerle frente a la adversidad de otra manera, lee mucho, instrúyete para que tengas herramientas lógicas de lucha contra la adversidad, obtén sabiduría delo eterno y tus circunstancia, tu vida cambiará y alcanzarás la plenitud interior que requieres para enfrentar los adverso, lo demás serán añadiduras.

    Bendice todo lo malo cada día para que esas bendiciones te lleguen multiplicadas en situaciones óptimas y buenas para tu vida, ellas te enseñarán a ser más fuerte; no romantices la desgracia ni la genética, es momento de cambiar, ¡tú puedes!, eres esforzado y valiente.

    Puedes cambiar, es justo el momento, abrázate con el universo y la divinidad creadora, perdónate, despójate de tanta carga, hazlo ahora.

    Tu mente creadora y la sabiduría del universo inician su formula estratégica, todo cambia cuando aceptes que debes cambiar. Aprende a pelear contra tus miedos, recuerda eres un reflejo de la divina creación.

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    sayco

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