Según la investigación, conseguían las botellas de licor en centros de reciclaje, e incluso tenían contactos para fabricar y falsificar tapas y estampillas.
En el barrio Galán, en la localidad de Puente Aranda, fueron capturadastres personas señaladas de pertenecer a una organización criminal dedicada a la fabricación y distribución de licor adulterado en Bogotá y otras ciudades del país.
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De acuerdo con la investigación de la Fiscalía, la estructura criminal realizaba el proceso de adulteración, de manera rudimentaria, en ollas, baldes y tinas en una vivienda en el sur de Bogotá, en donde eran producidas las bebidas embriagantes.
Además de esto, conseguían las botellas de licor en centros de reciclaje, e incluso tenían contactos para fabricar tapas y estampillas para falsificar los sellos sanitarios. De esta manera, luego de empacar el alcohol adulterado, esté era enviado a ciudades como Barranquilla.
Los investigadores del caso revelaron que el negocio ilegal estaba a punto de cumplir un año, y contaba incluso con carros designados para el transporte a otras ciudades, así como una red de clientes o de potenciales víctimas.
En ese sentido, estas capturas llegan tras varios meses de investigación por parte de las autoridades, que se infiltraron en la bodega en el sur de la capital donde se fabricaba el licor, y que también realizaron interceptaciones telefónicas a los implicados.
De esta manera, la Fiscalía les imputó los delitos de concierto para delinquir, corrupción de alimentos, productos médicos o material profiláctico, usurpación de derechos de propiedad industrial y derechos obtentores de variedades vegetales e imitación o simulación de alimentos, productos o sustancias.
Dos de los tres procesados fueron enviados a la cárcel, de manera preventiva, mientras que la a otra capturada se le impuso una medida de detención preventiva en su lugar de domicilio, mientras avanza el caso en su contra. Ninguno de los procesados aceptó los cargos.
Por su parte, antes las 20 muertes en la ciudad y el departamento relacionadas con el consumo de licor adulterado, o con presencia de metanol, las autoridades establecieron una recompensa de $ 20 millones de pesos por información de los fabricantes de estos productos en la región.
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