Conciliación de los textos aprobados por las plenarias de Cámara y Senado será la próxima semana.
Después de dos días de discusión, las plenarias de Cámara y Senado aprobaron ayer la reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro por unos 20 billones de pesos para el 2023, la meta más ambiciosa de la historia. Lo que sigue es la conciliación de ambos textos –que son distintos– para que el proyecto pueda pasar a sanción presidencial y convertirse en ley de la República.
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“Esta reforma es una gran contribución al cambio que pretende adelantar con fuerza el Gobierno Nacional. Se combinan dos elementos: garantizar que tenemos una política fiscal sólida y los recursos adicionales para poder impulsar la paz social”, aseguró el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, quien dijo que el dinero obtenido irá para temas de paz, educación, salud, vivienda y acueducto, entre otros.
El Presidente también celebró la aprobación de la reforma y felicitó a través de su cuenta de Twitter tanto a Ocampo como al director de la Dian, Luis Carlos Reyes, como unos de los artífices del éxito del proyecto.
El Gobierno radicó la iniciativa el pasado 8 de agosto, un día después de la posesión del Presidente, y gracias a su mensaje de urgencia tuvo un procedimiento abreviado: una primera aprobación en las comisiones económicas y una segunda –la de ayer– en las plenarias de Cámara y Senado.
En estos casi tres meses de discusión con diferentes actores políticos, empresarios y sociedad civil, entre otros, se cayeron 5 billones de pesos de la meta inicial planteada en 25 billones de pesos. También se quedaron en el camino temas como el impuesto a las pensiones, la celebración de los días sin IVA, los subsidios a la gasolina de frontera o el impuesto a las exportaciones de petróleo, carbón y oro.
Cómo fue la última discusión
Mientras que en Senado la discusión se solventó el miércoles en una jornada de más de 15 horas, los representantes debatieron dos días y finalmente ayer aprobaron. En ambas casos no faltaron las críticas de los congresistas. Incluso, el Centro Democrático ya anunció que demandará la reforma para seguir defendiendo el “bolsillo de los colombianos”.
Si bien la mayoría de los artículos de la ponencia se aprobaron en ambos lados, hay unos que quedaron diferentes en el texto de Cámara y de Senado y que, por tanto, se decidirán al momento de la conciliación. Este es el caso del impuesto de 20 por ciento a las iglesias cuando realicen actividades ajenas al culto religioso, como, por ejemplo, vender libros.
Entre los artículos que más calentaron el debate en ambos lados estuvieron el de los alimentos ultraprocesados, el de la no deducibilidad de las regalías, el de las plataformas extranjeras o el de las modificaciones en cárcel para evasores, entre otros.
En el primer caso, los congresistas de diferentes bancadas dijeron que se afectarían las personas más vulnerables. “No será normal ni tomar chocolate con pan. Esta reforma no solo toca a los ricos”, señaló el senador Jota Pe Hernández.
Si bien salieron de la lista de los ultraprocesados que tendrían impuestos algunos alimentos como el pan industrial, la leche, la miel, el bocadillo, las obleas, el arequipe, el salchichón, la mortadela y la butifarra, quedaron gravados otros como el chocolate, la pastelería, galletería, las mermeladas, las salsas preparadas o los helados, entre otros.
Según el ministro Ocampo, este impuesto empezaría a regir a partir de septiembre del 2023 para no impactar a las personas en este momento de alta inflación. Por su parte, el impuesto a las bebidas azucaradas sería a partir de 1.º de julio del 2023.
Otro de los artículos más polémicos que finalmente se aprobó es el que pone una sobretasa de renta a los petroleros y a los mineros en función del precio internacional de los últimos 10 años. Adicional a ello, no van a poder deducir las regalías. “No se entendería que el petróleo y el carbón ahora no lo hagan. El impacto es mucho más bajo de lo que se piensa. La no deducibilidad de regalías apenas representa una sobretasa de 3 por ciento para el petróleo. El Consejo de Estado no se ha pronunciado sobre ello, solo hay una resolución de la Dian que lo permitía”, les dijo Ocampo a los congresistas.
Respecto a la cárcel para evasores, se definió que solo a la tercera reincidencia habrá cárcel. Por ejemplo, se incurrirá en prisión de 48 a 108 meses, es decir, de 4 a 9 años, aquel que omita activos o declare un menor valor o declare pasivos inexistentes, con el propósito de defraudación o evasión por un monto igual o superior a 1.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
En el debate de ayer de Cámara fueron varios los artículos que dilataron la discusión. Uno de ellos fue el 48, que es el que determina que serán sometidos al impuesto de renta las personas no residentes o las entidades no domiciliadas en el país con presencia económica significativa como es el caso de las plataformas Netflix, Disney +, HBO o Spotify. En este apartado están gravadas algunas actividades como los servicios digitales o los de publicidad; sin embargo, quedaron finalmente excluidos otros como los servicios de educación online.
Lo que se aprobó
La reforma tributaria trae un paquete de nuevos impuestos para los colombianos. Los que más tendrán que pagar serán los empresarios y, entre ellos, la mayor carga la asumirán los del sector minero-energético.
Los petroleros y los mineros tendrán que pagar una sobretasa de renta que varía con el precio internacional de los últimos 10 años. En el caso del petróleo sería progresiva de 5, 10 y 15 por ciento; y en el del carbón, de 5 o 10 por ciento. Adicional a ello, no van a poder deducir las regalías.
Igualmente, las hidroeléctricas quedaron con una sobretasa temporal de 3 puntos (del 2023 al 2026) y las entidades financieras otra que llegará a los 5 puntos.
Las personas también deberán pagar más impuestos. Por concepto de renta tendrán que aportar más las que ganan al mes más de 13 millones de pesos. Igualmente, contribuirán los grandes patrimonios. Este impuesto será progresivo con tarifas marginales: de 0,5 por ciento para los patrimonios de más de 3.000 millones de pesos; de 1 por ciento para los de más de 5.000 millones de pesos, y de 1,5 por ciento para los de más de 10.000 millones de pesos.
No hay que olvidar que las personas también pagarán más debido a los impuestos saludables que se aprobaron. De un lado, está el impuesto a las bebidas azucaradas y del otro, el de los alimentos ultraprocesados. Adicional a ello, está el impuesto a los plásticos de un solo uso. Con ello, algunos productos podrían llegar a quedar gravados doblemente.
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