Enfrentamientos entre el ELN y disidencias de las FARC generan una grave crisis humanitaria, según la ONU. Petro declara conmoción interior.
La escalada de violencia entre la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y una disidencia de las antiguas FARC en la región del Catatumbo ha provocado el desplazamiento de más de 18.000 personas, según cifras reveladas este lunes por la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Esta situación ha generado una grave crisis humanitaria en la zona, exigiendo la intervención urgente de las autoridades y la comunidad internacional. ( Además: Investigan participación de Servidor público en masacre en Sucre )
La OCHA informó, mediante una alerta de situación humanitaria, que “Desde el 16 de enero por lo menos 18.359 personas se han desplazado desde los municipios de San Calixto, Hacarí, Teorama y Tibú (en el Catatumbo) hacia los municipios de Ocaña, Cúcuta, Tibú y Hacarí, instalándose en albergues temporales y hoteles”. Además del desplazamiento interno, el organismo señaló que alrededor de 1.000 colombianos han cruzado la frontera hacia Venezuela “en búsqueda de protección internacional” y alertó sobre posibles retornos de población venezolana, lo cual representa un alto riesgo.
Afectaciones a la población y acciones delictivas
La OCHA precisó las principales afectaciones que sufre la población civil en medio de este conflicto: “Entre las principales afectaciones, se destacan los ataques contra civiles, entre ellos, firmantes de paz y líderes comunitarios, y hechos como desapariciones, secuestros, homicidios selectivos, atentados, ocupación de viviendas de civiles, restricciones al paso de la misión médica”. Estos actos de violencia generan un clima de terror y dificultan la atención humanitaria. Los enfrentamientos han dejado aproximadamente 80 muertos y más de 20 heridos, aunque las autoridades aún no han podido acceder a todas las zonas afectadas por los combates, lo que podría aumentar estas cifras.
Debido a la gravedad de la situación, el presidente colombiano, Gustavo Petro, declaró este lunes el estado de conmoción interior y emergencia económica. Esta medida, amparada en el artículo 213 de la Constitución, faculta al presidente para tomar medidas extraordinarias “en caso de grave perturbación del orden público que atente de manera inminente contra la estabilidad institucional, la seguridad del Estado, o la convivencia ciudadana, y que no pueda ser conjurada mediante el uso de las atribuciones ordinarias de las autoridades de Policía”.
Llamado a la acción del Consejo Noruego para Refugiados
El director del Consejo Noruego para Refugiados en Colombia (NRC), Giovanni Rizzo, calificó la situación en el Catatumbo como un agravamiento de “una crisis humanitaria que se ha prolongado por décadas”. Rizzo enfatizó la necesidad de tres aspectos clave para aliviar el sufrimiento de la población civil: la implementación de las recomendaciones del sistema de alertas tempranas de la Defensoría del Pueblo, el acceso humanitario sin impedimentos a las zonas afectadas y la financiación humanitaria en el país.
Además, hizo un llamado al Gobierno para que proporcione “fondos suficientes” y garantice la presencia institucional en las zonas rurales más afectadas por la violencia. Rizzo también solicitó a la comunidad internacional que complemente la respuesta del Gobierno y proporcione financiación humanitaria adicional.
Fuente informativa:- Agencia EFE