Violencia extrema contra comunidad indígena en Riosucio revela grave riesgo de reclutamiento forzado y la presencia de grupos armados.
Un escalofriante acto de violencia sacudió al resguardo San Lorenzo, en Riosucio, Caldas. Un hombre de la comunidad indígena fue víctima de empalamiento tras negarse a entregar información sobre sus hijos a siete hombres armados. ( Además: Aumentan 130% las quejas en el sistema de salud en Colombia )
El ataque, denunciado por Andrés Felipe Lasso Ledesma, abogado de la ONG Colombia Visible, ocurrió el sábado 11 de enero y pone en evidencia el peligro inminente de reclutamiento forzado que enfrentan las comunidades indígenas en esta región del país.
El incidente se desencadenó cuando los hombres armados, presuntamente integrantes de una organización delincuencial, llegaron a la vivienda de la víctima exigiendo información sobre su familia. El hombre, temiendo que sus hijos fueran reclutados por estos grupos, negó tener descendientes. Esta negativa enfureció a los agresores, quienes lo sometieron a una brutal tortura, incluyendo el empalamiento. Además del ataque físico, los delincuentes también destruyeron las provisiones de alimentos que la víctima tenía en su hogar, agravando aún más su situación.
Traslado a centros asistenciales y consejo de seguridad
Tras la agresión, la víctima fue trasladada de urgencia al hospital San Juan de Dios y, debido a la gravedad de sus heridas, posteriormente fue remitida a un centro médico en Manizales. El personero municipal, Daimer Moreno, confirmó el hecho y anunció la convocatoria de un consejo de seguridad para abordar la alarmante situación que viven los resguardos indígenas en la zona. Este consejo busca coordinar acciones para proteger a las comunidades y prevenir futuros actos de violencia.
La ONG Colombia Visible también denunció la creciente presencia de grupos armados ilegales en otros resguardos de la zona, como Escopetera y Pirza. En diciembre pasado, los habitantes de estos resguardos fueron amenazados y obligados a desplazarse de sus territorios. Esta situación genera un clima de temor y zozobra entre las comunidades indígenas, que ya sufren múltiples vulneraciones de sus derechos fundamentales. La presencia de estos grupos armados representa una seria amenaza para la seguridad y la integridad de estas poblaciones.
Contradicciones entre denuncias y versiones oficiales
A pesar de las múltiples denuncias sobre la presencia de grupos armados en la región, la comandante de la Policía de Caldas, Liliana Jiménez, aseguró que no se han reportado oficialmente este tipo de grupos en la zona. Sin embargo, afirmó que se han intensificado las investigaciones para esclarecer los hechos denunciados. Esta contradicción entre las denuncias de la comunidad y la versión oficial genera inquietud y exige una mayor claridad por parte de las autoridades.
Andrés Felipe Lasso, el abogado que denunció el caso, reveló haber recibido amenazas tras hacer pública esta situación. Además, denunció la falta de un esquema de seguridad adecuado desde enero de este año, luego de que la Unidad Nacional de Protección (UNP) desmontara su esquema de protección. Esta situación pone en riesgo la integridad del abogado y dificulta su labor de defensa de los derechos humanos.
Fuente informativa:- API