El presidente tiene una enfermedad crónica que podría afectar su acceso al tratamiento si se aprueba el proyecto de ley.
El presidente Gustavo Petro ha sido uno de los principales impulsores de la reforma a la salud que busca cambiar el sistema actual por uno público, universal y gratuito. Sin embargo, su propia condición de salud podría verse perjudicada si el proyecto de ley se convierte en realidad.
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Petro padece de una enfermedad crónica llamada esofagitis eosinofílica, que consiste en una inflamación del esófago causada por una reacción alérgica a ciertos alimentos. Esta enfermedad le ha ocasionado problemas para tragar, dolor en el pecho y pérdida de peso.
El mandatario ha recibido tratamiento médico especializado en Cuba, donde le han practicado varias endoscopias y biopsias para controlar su enfermedad. Sin embargo, con la reforma a la salud, Petro podría perder la posibilidad de acceder a este tipo de atención en el exterior.
Según el artículo 15 del proyecto de ley, el Estado solo garantizará el acceso a servicios de salud en el territorio nacional, salvo en casos excepcionales y previa autorización del Ministerio de Salud. Además, el artículo 16 establece que el Estado solo financiará los servicios de salud que estén incluidos en el Plan Único de Salud (PUS), que será definido por el Consejo Nacional de Salud.
Esto significa que Petro dependería de la decisión del Ministerio de Salud y del Consejo Nacional de Salud para poder recibir tratamiento en Cuba o en otro país, y que tendría que pagar de su bolsillo si el servicio no está en el PUS.
Además, Petro podría enfrentar dificultades para acceder a medicamentos y tecnologías que requiera para su enfermedad, ya que el artículo 17 del proyecto de ley señala que el Estado solo financiará los medicamentos y tecnologías que estén en el PUS y que hayan sido evaluados por el Instituto Nacional de Evaluación de Tecnologías en Salud (IETS).
Así, Petro estaría sujeto a la evaluación del IETS, que podría demorar o negar la inclusión de medicamentos y tecnologías que él necesite. Además, el artículo 18 del proyecto de ley prohíbe la prescripción y dispensación de medicamentos y tecnologías que no estén en el PUS, lo que limitaría la autonomía de los médicos y la libertad de los pacientes.
Por estas razones, la reforma a la salud que propone Petro podría afectar su propia salud y la de millones de colombianos que tienen enfermedades crónicas, raras o de alto costo, que requieren de atención especializada, medicamentos innovadores y tecnologías de punta.
