La precandidata presidencial plantea cuatro acciones clave: revisión de gravámenes, reforma al FEPC, apertura competitiva y recorte de despilfarro estatal para aliviar la economía familiar.
La senadora María Fernanda Cabal presentó un plan concreto para reducir el precio de la gasolina y el diésel en Colombia. Enfocada en combatir su impacto inflacionario, la iniciativa busca "devolver eficiencia al Estado" mediante medidas estructurales. La precandidata destacó que el alto costo del transporte afecta desde la canasta básica hasta la generación de empleo, requiriendo acciones inmediatas y decisivas. ( Además: La era dorada del vinilo vallenato renace en Barranquilla )
El primer eje ataca cargas tributarias específicas:
- IVA actual del 19%
- Sobretasa a combustibles fósiles
- Impuesto al carbono
Cabal anunció: "Revisaremos estos gravámenes para reducirlos progresivamente y dejar de castigar a los ciudadanos". Esta reducción priorizaría el alivio a hogares y transportadores, compensándose con recortes al gasto superfluo.
Reforma al Fondo de Estabilización (FEPC)
El segundo punto aborda el déficit millonario del FEPC, mecanismo que transfiere ineficiencias estatales a los consumidores. "¡Basta de pagar por el desorden fiscal!", exigió la senadora. Su propuesta reestructurará el fondo para evitar que los colombianos subsidien pérdidas derivadas de malas decisiones gubernamentales, estableciendo techos de gasto y auditorías externas.
Ante el monopolio de facto de Ecopetrol y Reficar, Cabal impulsará:
- Ingreso de capital privado a refinación
- Facilitación de importaciones competitivas
- Eliminación de barreras regulatorias
Esta competencia permitiría acceder a combustibles más baratos, rompiendo esquemas de fijación artificial de precios que hoy encarecen el mercado interno.
Para equilibrar la baja recaudación tributaria, el plan prioriza el recorte del despilfarro: "El problema no es falta de plata, sino exceso de politiquería". Cabal plantea eliminar programas burocráticos redundantes, optimizar contratación pública y reducir gastos operativos del gobierno. Los recursos ahorrados financiarían la reducción de impuestos a combustibles sin afectar servicios esenciales.