Somos conscientes de la divinidad creadora que se encuentra en nuestro interior, entonces, ¿Qué nos impide avanzar? ¿Por qué permitimos que las barreras nos superen?
El autoestima, la credibilidad, la fe y la confianza en lo que hacemos es muy importante. Es necesario dejar de ser jueces de nosotros mismos, la aceptación, las equivocaciones y los errores hay que tomarlos siempre como grandes oportunidades de crecimiento, ocuparnos de pensamientos creativos y armoniosos que nos permitan poner en marcha unas nuevas formas de analizar nuestra vida y retomar nuestras acciones. Es necesario dejar el pasado y evitar los autocastigos e inflexiones de juicios sobre nuestra vida.
Dejar atrás los pensamientos que no funcionan en nuestra mente y atiborran nuestra vida de falsa información, de recuerdos y aspectos negativos. Esos aspectos negativos nos mantienen estancados, nos atan a un pasado no saludable.
Haz un alto en el camino y evalúa tus pautas de comportamiento, autocritica, temor, culpa y resentimiento, esas rabias acumuladas contra nuestras experiencias y etapas vividas. Exprésalas, no te quedes con ellas, haz un alto en el camino y descárgalas, échalas a un lado de manera que puedas continuar. Deja de ignorar todos esos pensamientos que no te sirven y son innecesarios, colócalos en la balanza, identifícalos pues es la única manera de cambiar y dejarlos para que nuestra vida continúe de una manera más sana y feliz.
¿De qué te sirve dormir lleno de rencor? ¿De qué te sirve criticarte? ¿Por qué eres tan duro contigo mismo? Libérate, deja todo en la orilla del camino y continua, recuerda que llegaste al mundo para vivir bien, vivir feliz y vivir tranquilo, se trata de tu bienestar para que puedas irradiar luz en tu entorno, se trata de impactar en la vida de otros de manera positiva, se trata de dejar, se trata de ser mejores cada día, de volver a la esencia del espíritu y reconocerlo, agradecerle por cada nuevo día, por cada momento, cada espacio de felicidad y agradecer su bondad, su maravillosa bondad que nos permite gozar de todo lo que nos brinda, agradécele a tu alma, a tu cuerpo y sobre todo a tu espíritu cada día, por cada milagro, por cada color, por cada amanecer, por cada puesta del sol, por cada camino seleccionado, bueno o malo no importa, agradece, agradece siempre.
Crearas nuevas experiencias, merecerás cada pensamiento bueno, noble y desearas a cada persona que te rodea sanidad para su alma y agradecerás también por esa vida, no importa que bien o mal te caiga, solo agradece, agradece grandemente al creador por cada oportunidad diaria.
Seamos responsables con nuestros pensamientos, sin culpar a los demás por todo lo que sucede y por las experiencias que no nos gustan, cada gesto de bondad para con el espíritu será recompensada. Más relevancia tiene aun cuando agradecemos por aquel que no nos cae bien, dar gracias por su vida, por sus acciones, por su perdón; eso ayudara a madurar nuestro carácter a mejorar nuestros pensamientos, ayudara a llegar mucho más cerca del perdón, perdonar además nuestro pasado y nuestras acciones, asumir el mando de nuestros pensamientos con humildad, bondad y perdón. Es importante avanzar en la construcción de relaciones de amor con nosotros mismos y nuestro entorno.
Profesional en Ciencias Administrativas para el sector público, especialista en Gerencia Social, Magister en Desarrollo Local y Calidad Organizacional. Docente universitaria e Investigadora para el Desarrollo Local y el Cambio de Pensamiento.
