Es necesario trabajar en Construcción creativa e ideas humanas.
Por: Marianne Sagbini
Conjunto de actividades que de manera encadenada permiten que las ideas se transformen en bienes y servicios culturales, cuyo valor está determinado por su contenido de propiedad intelectual. El universo naranja está compuesto por: i) la Economía Cultural y las Industrias Creativas, en cuya intersección se encuentran las Industrias Culturales Convencionales; y ii) las áreas de soporte para la creatividad. “Felipe Buitrago Restrepo”.
Hablar de transformación de ideas creativas en bienes Culturales, significa reconocer procesos creativos, ligados a modelos dinámicos de conductas que se Interrelacionen con altos valores en el crecimiento de sus civilizaciones en sus saberes y responsabilidad social, además de Planeación estratégicos, estudios de Mercado reales, conservación, enfocados a los perfiles de poblaciones específicas, para que no solo soporten unidades de desarrollo económicos, si no también temas de impacto social e identidad comunitaria.
Cuando observamos ciudades como México, donde la economía naranja es altamente próspera eficaz y sólida, ya que tan sólo en espacios para las artes plásticas cuenta con 170 museos y 43 galerías.
En cuanto a la música se promueven un sin número de grupos musicales, conjuntos, bandas y orquestas.
Sólo en el Centro Histórico existen 1436 edificios históricos, repartidos en 9 km², lo que contribuyó que Alejandro de Humboldt en la época virreinal le llamara la Ciudad de los Palacios.
Son países que invierten en su economía naranja, porque se enfocan en su fortaleza, que es su capital “Humano”.
El recurso más productivo y dinámico de una Nación, son sus gentes; no solo se habla de inversión en formación académica, se habla de formación Social, inversión en el Ser, prevención, calidad de vida desde el reconocimiento de su identidad y patrimonio Cultural, el dar (Voluntariados), es un proceso enfocado a las verdaderas dinámicas de crecimiento integral con la dosificación de los recursos bien distribuidos, debido a que la economía Naranja es la más redituable del Mundo; como decía Rafael Correa "El hombre debe primar sobre el capital".
Las Culturas ancestrales, raciales, comunidades diferenciales son una fuente infinita de riquezas en la “Economía Naranja” en todos sus saberes e interpretaciones de nuestras realidades, pues sus experiencias en Medio Ambiente, arquitecturas, cocinas ancestrales, procesos medicinales, ingenierías ecológicas, artes, artesanías, orfebrerías, rituales, zootecnia, meteorologías, transmisión de valores, su ética, sus principios, sabidurías en problemas de conflictos y manejo de diálogos, pueden estar al servicio de grandes procesos creativos, culturales, sociales, además que se rescatarían grandes patrimonios que aportarían no solo como economía Naranja, si no a la participación de comunidades excluidas en procesos de inclusión por sus grandes resultados en la sostenibilidad y orientación en procesos de elaboración de forma diferentes de participación en la construcción de País, para un equilibrio de sostenimiento de grandes legados en desarrollos que se pueden convertir en procesos pioneros por su innovación y articulación con otros grupos que fortalecerían y favorecerían otras disciplinas productivas y se cerrarían brechas creadas por siglos…
Tenemos grandes ejemplos en países como Guatemala, donde los indígenas cuentan con una Universidad que ha planteado nuevas posibilidades ante la educación, desarrollo y aportes de las etnias propias de sus culturas, viéndose estas alternativas fuentes de innovación en la economía Naranja, ellos traerían grandes ayudas a los sectores creativos y de desarrollo de otro modo de abordar procesos, ellos mantienen la pureza y las matrices originales que se han modificado con todos los procedimientos y técnicas a los que hemos estado expuestos por las máquinas y la explotación de muchos recursos que nos han desestabilizado y nos han esquematizado en sólo fórmulas productivas con tecnología, sistematización y otras formas de hacer las cosas que a veces nos exponen a la complejidad.
La economía Naranja no debe limitarse solo a la producción automatizada y seriada, valiéndose de los procesos tecnológicos, es imprescindible que se apliquen estrategias donde se promuevan la manualidad, lo experimental, se desarrolle más el pensamiento creativo y el intercambio de saberes dentro de los grupos humanos que habitan en los territorios, esto enriquece la capacidad del trabajo en equipo y la activación de circuitos relacionados con funciones del hombre que si no las utilizamos, nos robotizamos..
En Colombia, que es un país multiverso, no solo geográficamente, también multiétnico, multicultural, coexisten estructuras diversas no solo de pensamiento, sino también de interacción, Producción e intercambios de bienes y recursos.
En los diversos esquemas de Gobiernos se ha estimulado a manejar una estructura unitaria y uniforme, con programas destinados a buscar resultados parejos, cuando nuestras más grandes fortalezas están en lo mágico de nuestras diversidades creativas, que nos convierten en un país con escenarios únicos en muchos sectores prometedores y dinámicos.
Enfrascados en una cultura de Conflictos, descuidamos el sin fin de recursos que marcarán la diferencia, para cualquier administración vigente y venidera con nuevas posibilidades para transformar todos estos elementos y recursos que se han perpetuado y que pueden desaparecer, porque esta violencia desmesurada ha permitido que Patrimonios invaluables no se puedan recuperar, ni rescatar.
La economía Naranja tiene la posibilidad de buscar estrategias que conduzcan a la interdisciplinariedad, complementariedad, colaboratividad de las actividades que puedan redundar, no solo en productos sino, en grandes procesos de reconstrucción de un nuevo modelo de país, que abandone el Conflicto por la construcción de un país con sentido y calidad de vida, resiliencias, desarrollo y prosperidad, contando con todos los recursos necesarios para lograr una estabilidad estructural y altamente competitiva, productiva y sostenible.
La Creatividad es imprescindible en cualquier momento de la historia de la humanidad, a través de las artes y la cultura, el hombre puede acceder a la supervivencia, la información, los símbolos, la comodidad, la sensibilidad, la sostenibilidad, la complejidad de entenderse, amarse, proliferarse… la creatividad representa “Permanencia y continuidad”.
Si queremos cambios, antes que invertir en armas, guerras, debemos trabajar en Construcción creativa, ideas humanas, comunitarias y sociales, éstas se reflejarán en el mejor capital: “Países más humanizados”.