El bombardeo contra un mercado dejó 27 muertos y 26 heridos en la ciudad controlada por los separatistas prorrusos.
El Kremlin calificó de “acto terrorista monstruoso” el ataque con artillería que sufrió el domingo un mercado de la ciudad ucraniana de Donetsk, bajo el control de los rebeldes prorrusos desde 2014. Según las autoridades locales, el ataque causó 27 muertos y 26 heridos, entre ellos dos niños.
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El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, acusó al “régimen de Kiev” de haber usado “armas de destrucción indiscriminada” contra la población civil y de mostrar su "rostro feroz". Añadió que el presidente Vladímir Putin había recibido informes sobre el ataque y había dado las instrucciones necesarias.
Consejo de Seguridad de la ONU discute la situación en Ucrania
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, participó ayer en el Consejo de Seguridad de la ONU en una sesión dedicada a Ucrania, donde denunció el bombardeo de Donetsk como una violación de los acuerdos de paz de Minsk, firmados en 2015 para poner fin al conflicto en el este ucraniano.
Por su parte, el Ejército ucraniano negó la autoría del ataque y responsabilizó a Rusia de la situación.
“Los rusos están difundiendo información falsa sobre un ataque a un mercado de Donetsk”, dijo el Centro conjunto de prensa de las Fuerzas Armadas ucranianas en la región de Tavria.
El comunicado aseguró que las fuerzas ucranianas no utilizaron el tipo de armas empleadas en el ataque al mercado y que Rusia debía asumir la responsabilidad por las vidas de los ucranianos perdidas.
El líder de la autoproclamada república popular del Donbás, Denis Pushilin, afirmó que el ataque fue perpetrado con “fuego de artillería combinado con proyectiles de calibre 152 y 155 milímetros” por las fuerzas ucranianas. Pushilin declaró el estado de emergencia en la zona y pidió ayuda humanitaria a Rusia.
El ataque se produce en medio de una escalada de tensión entre Rusia y Ucrania, que se acusan mutuamente de preparar una invasión militar. La comunidad internacional ha expresado su preocupación por la situación y ha llamado al diálogo y a la contención.