La medida busca enfrentar la inseguridad en provincias más afectadas por la violencia, garantizando la presencia militar y fortaleciendo la lucha contra el crimen organizado.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, emitió un tercer decreto para establecer un estado de excepción focalizado, debido a la creciente inseguridad. La medida, anunciada el 2 de julio, tendrá una duración de 60 días y se implementará en las provincias y cantones más afectados por la violencia: Guayas, Los Ríos, Manabí, Orellana, Santa Elena, El Oro y el cantón Camilo Ponce Enríquez, en Azuay.
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Justificación de la medida
Noboa argumentó que esta decisión se toma en el marco de una grave conmoción interna y conflictos armados previamente mencionados en decretos anteriores. La medida tiene como objetivo mantener la presencia militar en las calles para garantizar el bienestar y la seguridad de los ciudadanos, especialmente en las regiones más afectadas. Sin embargo, la Corte Constitucional ya había declarado inválidos estados de excepción similares por falta de argumentos válidos durante la pandemia.
El gobierno de Noboa busca fortalecer las estrategias de combate contra el crimen organizado y el terrorismo mediante esta medida. Al suspender los derechos a la inviolabilidad del domicilio y de la correspondencia, el gobierno pretende dar un golpe contundente a las actividades delictivas y proteger a la población durante estos períodos de crisis.
Implementación y análisis constitucional
Aunque el decreto entra en vigencia de manera inmediata, su permanencia dependerá del análisis obligatorio de la Corte Constitucional, la cual deberá pronunciarse en los próximos días. Esta medida refuerza el compromiso del gobierno de Noboa con la protección y la seguridad del país, asegurando que se tomen las acciones necesarias para enfrentar la inseguridad y garantizar la tranquilidad de los ciudadanos.
El presidente Noboa, quien asumió el cargo en noviembre pasado, ha demostrado su determinación para enfrentar la inseguridad en Ecuador. Este estado de excepción es una clara señal de su compromiso con la seguridad y el bienestar de todos los ecuatorianos. El gobierno espera que estas acciones contribuyan a reducir la violencia y restaurar la paz en las regiones más afectadas.
Fuente informativa:
- API
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