El sismo se produjo una semana después de otro que causó más de 200 muertos en la prefectura de Niigata.
Japón enfrenta una nueva crisis sísmica después de que un terremoto de magnitud 6 sacudiera la costa oeste del centro del país, impactando la misma área que sufrió un devastador sismo la semana pasada.
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Japón, en alerta por una nueva crisis sísmica
El temblor se registró a las 17.59 hora local de este martes 9 de enero, con epicentro a 10 kilómetros de profundidad frente a la costa de la prefectura de Niigata.
A pesar de que no se emitió una alerta de tsunami, las autoridades niponas advierten sobre la posibilidad de nuevos daños en edificaciones, infraestructuras y deslizamientos de tierra en una región ya debilitada por el reciente desastre. El anterior terremoto, de magnitud 7,6, dejó al menos 202 muertos y 102 desaparecidos, principalmente en la prefectura de Ishikawa.
En Niigata, el terremoto alcanzó el nivel 5 en la escala japonesa, que mide la intensidad del sismo según el grado de sacudida y los daños que causa. En prefecturas colindantes llegó al nivel 4, resaltando la intensidad del evento y la vulnerabilidad de la zona. Desde el primer sismo, se han registrado numerosas réplicas, y las autoridades advierten sobre el riesgo inminente de nuevos terremotos de igual o mayor intensidad en las próximas semanas.
El desastre natural del Año Nuevo mantiene a 28,000 personas desplazadas
El desastre natural del Año Nuevo mantiene a 28,000 personas desplazadas y deja miles de hogares sin electricidad ni agua corriente. Las nevadas recientes y los daños en carreteras complican el transporte de suministros, que son entregados mediante drones y, en algunos casos, por el valiente personal de rescate a pie de las Fuerzas de Autodefensa de Japón.
Con reminiscencias del terremoto de 2016 en la prefectura de Kumamoto, que dejó 273 muertos, el sismo del día 1 podría superar en devastación a su predecesor y marca el primer nivel 7 registrado en Japón desde 2018, cuando un sismo afectó la isla de Hokkaido.
En medio de la adversidad, las Fuerzas de Autodefensa de Japón trabajan para abordar las consecuencias de estos desastres naturales, enfrentando dificultades logísticas significativas debido a las condiciones climáticas adversas y los daños en las infraestructuras locales.