El grupo terrorista desencadena una guerra que deja más de 700 muertos y 2.000 heridos. Una sobreviviente narra la horrorosa masacre.
El grupo islamista Hamás inició una guerra contra Israel el pasado 7 de octubre, al lanzar un ataque masivo por tierra, mar y aire desde Gaza. El saldo es de más de 700 muertos y 2.000 heridos. Uno de los hechos más crueles fue el asesinato de tres bebés en una comunidad israelí.
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Una mujer que sobrevivió al ataque contó que los terroristas de Hamás irrumpieron en su casa en Sderot, cerca de la frontera con Gaza, y decapitaron a sus tres hijos y a su esposo.
Ella logró huir con su hijo menor de dos años. Dijo que los terroristas gritaban “Alá es grande” y “Muerte a Israel” mientras mataban a su familia. “Fue un infierno, nunca olvidaré lo que vi”, dijo la mujer, que prefirió no revelar su nombre por seguridad.
El ejército israelí informó que hubo otros ataques contra civiles en Sderot y otras zonas cercanas a Gaza, y que murieron al menos 200 personas y otras 500 resultaron heridas por la acción de Hamás. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, llamó al ataque “barbarie” y prometió una respuesta contundente.
Israel respondió con ataques aéreos en Gaza, donde murieron más de 400 personas y otras 2.300 resultaron heridas, según fuentes palestinas. Israel también bloqueó totalmente a Gaza, cortando la comida, el combustible y la electricidad.
La comunidad internacional mostró su preocupación por el conflicto y pidió el cese de las hostilidades. El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó el ataque de Hamás y pidió respetar el derecho internacional humanitario y proteger a los civiles.