El magnate tecnológico se retracta de sus ataques en X, incluyendo acusaciones sobre la lista de Jeffrey Epstein, en medio de tensiones por contratos y políticas fiscales.
El magnate Elon Musk, quien se había erigido como uno de los mayores aliados políticos del presidente estadounidense, Donald Trump, desde su llegada a la Casa Blanca, se mostró este miércoles arrepentido de "algunas" de las publicaciones que difundió en la red social X en su contra. Este inesperado giro marca un momento de reflexión en la corta pero intensa disputa entre ambos influyentes personajes, que hasta hace poco se llamaban mutuamente "amigos". ( Además: Líder social denuncia falta de protección tras atentado armado )
"Lamento algunas de mis publicaciones sobre el presidente @realDonaldTrump de la semana pasada. Fueron demasiado lejos", escribió Musk en su plataforma X, señalando un posible intento de apaciguar las crecientes tensiones. La relación, que incluía una donación de 250 millones de dólares de Musk para la campaña presidencial republicana, se quebró abruptamente tras la salida del empresario sudafricano del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, en inglés).
La escalada de la disputa y sus consecuencias
Tras su salida del DOGE, Musk intensificó sus ataques contra Trump a través de X. Sus críticas iniciales se centraron en el megaproyecto fiscal del presidente, el cual busca importantes recortes de impuestos que, paradójicamente, afectarían los ingresos de empresas como Tesla. La situación escaló aún más cuando el propietario de X acusó al mandatario de ocultar la "lista de Jeffrey Epstein", sugiriendo que el nombre de Trump aparecía en ese infame listado del delincuente sexual neoyorquino. Esta acusación desató un aluvión de reproches personales que puso la relación en un punto de no retorno.
El magnate tecnológico, que hasta entonces había visto cómo su apoyo a Trump impulsaba al alza la valoración de sus empresas, llegó a sugerir la desmantelación de la nave espacial SpaceX Dragon de la NASA. Sin embargo, cinco horas después, Musk se retractó de esta amenaza y, de forma significativa, borró el mensaje que vinculaba a Trump con Epstein, un claro signo de intento de control de daños.
Impacto económico y réplica presidencial
Por su parte, el presidente Trump no se ha quedado atrás en esta confrontación. Ha amenazado públicamente con cancelar los multimillonarios contratos que las empresas de Musk mantienen con la Casa Blanca, asegurando que estará "un tiempo" sin comunicarse con el también propietario de X. Esta amenaza presidencial no es menor: según The New York Times, las compañías de Musk se beneficiarían de al menos 3.000 millones de dólares a través de casi cien contratos con diecisiete agencias gubernamentales diferentes. La NASA y el Departamento de Defensa, en particular, dependen de SpaceX para el lanzamiento de satélites y otros servicios esenciales, lo que resalta la envergadura de la posible represalia.
La disputa dialéctica ya ha tenido repercusiones económicas tangibles para las empresas de Musk. Tesla, en particular, sufrió una pérdida de valor de 152.400 millones de dólares y cedió un 14% en bolsa durante esta semana crítica. Más allá de la caída actual, JP Morgan proyecta que Tesla podría dejar de ingresar 1.200 millones de dólares anuales si el proyecto de ley fiscal de Trump, con sus importantes recortes, finalmente es aprobado. Esto subraya la delicada intersección entre la política personal y los intereses económicos masivos en el universo de estos dos magnates.
Fuente informativa:- Agencia EFE
