La medida se toma tras una serie de disturbios que han dejado más de 30 muertos.
El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, ha decretado el estado de excepción en todos los centros de privación de la libertad del país en respuesta a una grave conmoción interna generada por enfrentamientos mortales entre reos.
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La medida se tomó después de que más de 30 personas perdieran la vida en varios centros penitenciarios debido a estos disturbios.
Además, se informa que 96 agentes penitenciarios están siendo retenidos por los reclusos en cinco cárceles y que presos de 13 centros mantienen una huelga de hambre.
El estado de excepción busca preservar los derechos de las personas privadas de libertad y del personal penitenciario, y tiene como objetivo principal restablecer la convivencia pacífica y el orden en estos establecimientos.
Con el decreto de estado de excepción, se autoriza la intervención temporal y excepcional de las Fuerzas Armadas en el interior de las cárceles para controlar la grave conmoción interna y restablecer el control y la seguridad en estos establecimientos.
Como parte de las acciones tomadas, se suspenden temporalmente los derechos a la inviolabilidad de la correspondencia y a la libertad de reunión entre las personas privadas de la libertad. Estas medidas se aplican para controlar las circunstancias actuales y restablecer la paz y el orden en los centros de privación de libertad.
Además del estado de excepción en cárceles, el gobierno también ha acordado declarar un estado de excepción y un toque de queda nocturno de 60 días en las provincias de Manabí y Los Ríos, así como en el municipio de Durán, en respuesta al asesinato del alcalde de Manta, Agustín Intriago.
El estado de excepción en cárceles y el toque de queda nocturno son medidas excepcionales que se toman para garantizar la seguridad de la población y el orden público.
