Los incidentes de violencia disminuyen, pero persisten los daños a edificios y vehículos.
En la séptima noche consecutiva de disturbios en Francia, al menos 72 personas fueron detenidas, marcando una tendencia a la disminución de la violencia en comparación con las noches anteriores. Hasta el momento, las autoridades no han reportado incidentes graves.
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Las cifras de arrestos de la noche del lunes al martes son significativamente inferiores a los 157 detenidos en la noche anterior y a los 400 detenidos durante el fin de semana. Además de las detenciones, se registraron 159 vehículos incendiados y daños en 24 edificios públicos debido a los ataques de los alborotadores. Cuatro comisarías o cuarteles de las fuerzas del orden también sufrieron daños, mientras que el despliegue de 45,000 policías y gendarmes se mantuvo en el mismo nivel de movilización.
En respuesta a la situación, el presidente Emmanuel Macron recibirá a más de 200 alcaldes de localidades afectadas por los disturbios en el Palacio del Elíseo. Según la patronal Medef, los disturbios ya han tenido un coste estimado de más de 1,000 millones de euros, con numerosos comercios saqueados y agencias bancarias destruidas, así como también un impacto negativo en la imagen del país y en el turismo.
Macron ha mencionado la posibilidad de sancionar económicamente a las familias de los menores responsables de la violencia, lo que se interpreta como una referencia a las ayudas sociales. Según el diario Le Parisien, el presidente afirmó que "con la primera infracción, habría que llegar a sancionar fácilmente a las familias" con "una especie de tarifa mínima desde la primera tontería".
La primera ministra, Élisabeth Borne, también se reunirá con los líderes de los grupos parlamentarios para abordar la situación de los disturbios.
