La Policía española desmanteló una de las mayores organizaciones criminales dedicadas a la explotación sexual de mujeres latinoamericanas, liberando a once víctimas y arrestando a veinticinco personas en Málaga.
La Policía española desarticuló una importante red criminal dedicada a la explotación sexual de mujeres latinoamericanas, principalmente colombianas, en Málaga. La operación resultó en la detención de veinticinco personas, de las cuales ocho ya ingresaron en prisión. Durante los meses de investigación, se estima que más de 500 mujeres fueron explotadas.
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Las mujeres eran sometidas a condiciones de trabajo extremadamente abusivas. Eran obligadas a trabajar las 24 horas del día, los siete días de la semana, incluso durante la menstruación. No podían elegir ni rechazar a ningún cliente, y debían trabajar sin preservativos, lo que provocó enfermedades de transmisión sexual en varias de ellas. Para ejercer un mayor control, la organización vigilaba a las mujeres mediante cámaras instaladas en los pisos. Solo podían abandonar las instalaciones con autorización previa y durante dos horas al día.
liberación de víctimas y clausura de prostíbulos
Once víctimas fueron liberadas durante la operación. Los agentes clausuraron los cuatro pisos utilizados como prostíbulos y realizaron registros domiciliarios. En estos registros, la Policía incautó 145.338 euros en metálico y 1,2 kilos de cocaína. La investigación se inició tras recibir tres denuncias a través de los canales de la Policía española contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual.
La red criminal estaba bien estructurada y contaba con numerosos miembros. Captaban a las víctimas en sus países de origen, principalmente Colombia, con falsas ofertas de trabajo en clínicas estéticas en España. Al llegar a España, las mujeres eran informadas de una deuda contraída por los gastos del viaje. Se les obligaba a saldar esta deuda ejerciendo la prostitución, incrementándola constantemente con multas y sanciones injustificadas.
tráfico de drogas y control sobre las víctimas
La organización también distribuía drogas en los pisos y obligaba a las mujeres a consumirlas y a fomentar su uso entre los clientes. Este uso de sustancias tenía el objetivo de prolongar los servicios y generar mayores beneficios, superando el millón y medio de euros anuales. En algunos casos, esto resultaba en lesiones para las víctimas.
Fuente informativa:
- Agencia EFE
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